Esta ñora ya está instalada en los previos del festejo navideños, o sea, en las posadas, los regalos y la comedera, por supuesto. Eso lleva a meditaciones curiosas sobre todo provocadas por la indigestión.
La primera reflexión que esta ñora tuvo fue si la por-si-el-himno-nacional-no-es-suficientemente-poderoso-difundí-el-himno-del-migrante-para-detener-a-Trump resultará ¿el ponche de las posadas o será el aguinaldo? Y para los dos millennials que de casualidad lean esta columna, aclaremos que el aguinaldo de las posadas no es dinerito, sino unos dulces horrorosos que daban en canastitas. Eran los dulces más horribles del universo. Hasta el día de hoy, la si-el-himno-del-migrante-no-amarra-pues-tendré-que-encargar-el-himno-de-los-narcos-que-seguro-sí-tiene-fuerza-repelente la verdad es que parece más aguinaldo porque o no le haya a cómo ejercer el poder, o no se ha enterado que puede ejercerlo o no le interesa hacerlo. Por ahora, el ponche parecen ser Adán (cuyos colmillos de vampiro parecen más cortos que los del expriista) y Monreal, claro el piquete lo anda agregando el imbañable de Noroña.
El pleito que se traen entre ellos a esta ñora le recordó a los niños lanzándose por el contenido de la piñata. En el pasado, el contenido tradicional de cañas, cacahuates, limas, tejocotes y guayabas nadie quería ganarlo (puede ser que los cacahuates que se podían pelar y comer en ese momento). Pero en las condiciones actuales, el pleito por la piñata sí valía la pena porque trae golosinas de hoy como un pelón pelo rico, unos pulparindos o unos picafresas. En otras palabras, al parecer el botín en las Cámaras sí vale la pena, y el pleito es real por el poder y la me-haré-la-digna-si-Trump-acaso-de-chiripa-me-invita-a- su-toma-de-posesión es como la niña que nomás rompió la piñata (ayudada por López) pero a la mera hora es la que no pesca nada…
Esta ñora tiene fijada la imagen de Rosa Icela con Adán y Monreal, bueno hay dos fotos una con Monreal más cómodo y ganador, y otra con Adán así. Esta ñora con esas asociaciones mentales extrañas (quizá por exceso de azúcar en la temporada) se acordó, de un capítulo de The Crown donde a la reina Isabel debe regañar a unos políticos, y alguien le dice que no se preocupe, que el fondo los políticos son como niños pequeños que ansían secretamente un regaño de su “nanny”. Y no olvidemos que la flamante secretaría de Gobernación es famosa por haber desarrollado sus primeras habilidades de negoción siendo como “nanny” de los hijos de López, que hoy sabemos son canela fina y los resultados de sus “cuidados” quedan a la vista y no la dejan nada bien.
Claro, como muchos dicen es probable que ese pleito haya sido una especie de cortina de humo para distraer del asunto del Iinfonavit. Pero esta ñora piensa que más bien, como siempre, hicieron las modificaciones a la ley con tanta prisa y sin seso que no notaron algo importante: ese dinero los trabajadores sí lo han visto en sus cuentas (esta ñora lo vio alguna vez cuando cobraba sueldo) y han visto en sus recibos que se los quitan; no es un
dinero intangible de un fideicomiso. Se creyeron que iba a ser como repartir tamales en la posada y sacar puros dulces de los amarillos y ni uno verde pues han insurrección (perdón si alguien ama los tamales dulces de los amarillos, pero esta ñora se aferra a los tamales verdes con la misma determinación que los anarcoambientalistas se aferran a lastimar obras de arte por su mensaje “verde”). Esta ñora espera que las golosinas navideñas no relajen nadie olvide porque sí es un abuso que no va a salir nada bien. Y, lo siento, querida no-aproveché-la-enorme-oportunidad-de-deshacerme-de-Alicia-Bárcena-que-me-la-impuso-López, si construir casitas era tu plan para distinguirte de su antecesor/impulsor y sólo se te ocurrió usar el dinero de los trabajadores en lugar de cancelar el Tren Maya, Mexicana, LitioMX, Dos Bocas y otros elefantes blancos más para liberar recursos, todo esto también es tu culpa.
Pero volviendo a las golosinas de la temporada, esta ñora está temiendo que García Harfuch se cree algo así como la ensalada de manzana (sí esta ñora lo incluye en los postres porque eso es en realidad) que tiene muchos ingredientes diversos que se logran unir para atraer a todos, siempre aparecerá en todas las mesas del país, parece un plato atractivo y delicioso… pero en el fondo no pasa de un buñuelo que tiene muy pocos ingredientes y se rompe con solo verlo (aunque pues sí tiene su lado rico). Es que los últimos acontecimientos en Culiacán donde luego de explicar cómo todo está fantásticos y bajo control, uno de más cercanos resultó muerto pues muestra que las cosas se siguen rompiendo como buñuelo sin real consistencia y sólo azúcar encima.
En fin, pues esta ñora les desea una muy feliz Navidad (no hablen de política en las fiestas si pueden evitarlo) y avisa que como cada año, dejará de escribir esta columna en la semana de Navidad, y ya los volverá a ver ¡en 2025!
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