Y ahora, ¿qué nos toca hacer?

Mucho escribimos, hablamos o comentamos en las redes sociales sobre lo que se vive en México, unos en contra del gobierno y sus actitudes, otros a favor de las políticas públicas de la Cuarta Transformación. En eso es válido que haya discrepancias, diálogo y opiniones. Lo que no es válido es que se siga polarizando la Nación y sobre todo que desde Palacio Nacional sigan alimentando el rencor, el resentimiento y el engaño.

Sigo escuchando a los analistas de Morena seguir a pie juntillas el discurso que sale de sus líderes, no le mueven una coma. Siguen viviendo del pasado, siguen hablando de que lo máximo es López Obrador y después Claudia Sheinbaum lo cual da miedo. Nos muestran que su discurso de libertad y democracia, es solo eso, palabras. No hay diálogo, no escuchan, si dices algo sobre su forma de gobernar o sobre sus programas eres un amargado, conservador, neoliberal y clasista.

Por otro lado no ponemos en la mesa un plan real de trabajo para cambiar la situación, no hay una agenda de la oposición, no hay líderes que unan a los inconformes con propuestas reales, demostrables para todos los ciudadanos de lo que se puede hacer, de cómo llegar a un punto medio para acuerdos y salir adelante. Es muy válido señalar el error, pero este señalamiento debe ir acompañado de un plan congruente para solucionar el problema. Lo más importante es generar confianza, tener credibilidad.

Y veamos porque comento esto. Por lo menos tres años seguidos escuchamos a López Obrador decir que en México no se producía fentanilo, que no se traficaba con eso, y ahora resulta que el actual gobierno presume el golpe más importante internacional, incluso, de incautación de fentanilo y destrucción de dos laboratorios. ¿Por fin cuál es la verdad? Muchos años oímos a López Obrador decir está prohibido prohibir, y manda en febrero una reforma Constitucional que se acaba de aprobar prohibiendo el uso de vapeadores y cigarros electrónicos. ¿Por fin?

Claudia durante su corta estadía en la reunión del G-20 se llenó la boca hablando de la libertad, la democracia, el diálogo en México y hace dos días vimos todo lo contrario en la sesión de la Cámara de Diputados cuando se aprobé el Presupuesto 2025. Con prisas, tiempo récord y descalificaciones salió el pésimo presupuesto. No entiendo la prisa de sacarlo el 11 de diciembre, tenían hasta el 30 de diciembre para hacerlo, bueno sí entiendo perdón, ya se querían ir de vacaciones. Lo grave es lo que salió y más grave que sigan culpando al pasado de los problemas de la deuda.

Se viene en junio del próximo año la famosa elección, que el pueblo bueno y sabio exigió, de jueces, Magistrados y Ministros, pero sin dinero suficiente para hacer algo digno y confiable. Esta aberración que lograron gracias ” A la capacidad negociadora de Adán Augusto” nos hundió, logró a cambio de impunidad en delitos que Yunes cambiara su voto. Nada raro en Morena cobijar a pillos corruptos a cambio de inmunidad. Y la carrera judicial que daba la capacitación a los juzgadores se pierde, es tan grave como sin un médico general muy querido es elegido para operar un corazón, ¿Usted lo aceptaría?

Y cada error demostrado uno tras otro desde hace 6 años no ha servido para quitarle una pluma al ganso y su séquito. La pregunta es ¿Por qué pasa eso? ¿Por qué siguen confiando ciegamente en ellos? Respuestas se han dado: Por los regalos de dinero, por la sed de venganza, por revanchismo, por resentimiento etc. Pero creo además de eso la realidad es que no hubo un líder capaz de acabar con este tema, no hubo un Partido Político que se hiciera distinto y distinguible, no hubo una oposición que nos demostrara que era capaz y que actuaba con el cerebro y no con el hígado, que no tenía cola que le pisara. Cuando mandas a un ciudadano a un cargo de elección popular lo primero que debes cuidar es que sea intachable, que no haya forma de presionarlo por su pasado obscuro, que haya demostrado experiencia y capacidad. Eso ha faltado.

Ahora que nos toca. Trabajar para buscar el Bien Común, dejar atrás las ansias de poder, pensar en México, de lo contrario estamos como los que criticamos por una dádiva de dinero vendemos el futuro de nuestra familia y de México. Debemos ser ciudadanos comprometidos, debemos conocer perfectamente lo que pasa y sobre todo como resolver el problema. Ahora más cuidado para vigilar la corrupción, no solo si se enroquecen o venden favores, evitar corrupción por incapacidad de gobernar. Ya no habrá INAI que nos de datos, ahora habrá que rascar y seguir más de cerca las acciones de gobierno.

Debemos los ciudadanos platicar entre nosotros, debemos capacitar a la ciudadanía sobre lo que es un gobierno y como debe actuar, debemos dialogar no solo para convencer sino para trabajar en favor de la dignidad del pueblo de México. Debemos enseñar a amar a México, a quitar la polarización, a entender que solo el trabajo saca de la pobreza, a que los empresarios paguen mejor a sus trabajadores, a que los jóvenes dejen atrás tanto TikTok e influencers y se preocupen más por su futuro y el de su comunidad.

Ahora nos toca trabajar muy duro para que los gobiernos locales hagan bien su trabajo. Ir como ciudadanos buscando las posibilidades de buenos candidatos para la elección del 2027 de la Cámara de Diputados y que ya no se legisle por ocurrencias o por mandato presidencial. Nos toca tomar el Poder.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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