Es un fenómeno extraordinario de fe para millones, no solamente de mexicanos, sino también de hispanoamericanos e inclusive de otras nacionalidades, lo que no quiere decir que sea una obligación ni siquiera para los católicos creer en las apariciones de la Virgen de Guadalupe, sin embargo ha sido durante mucho tiempo un símbolo de identidad para los mexicanos, aún para muchos no creyentes como uno de los símbolos de identidad nacional, que por lo mismo fue utilizado inclusive por Hidalgo y otros para dar un sentido a sus movimientos.
También hay muchos detractores que argumentan que ya la idea de la Virgen de Guadalupe estaba preconcebida por haber una advocación con el mismo nombre en España, y dicen que de ahí vino la idea de trasplantarla a lo que era entonces los principios de la Nueva España.
Se han realizado estudios científicos sobre la imagen, con resultados muy sorprendentes, como los de los ojos de la imagen que, en efecto, si bien sus dimensiones son microscópicas, el iris y las pupilas de los ojos de la imagen tienen impresa al menos la imagen sumamente detallada de trece personajes. Las mismas personas están presentes tanto en el ojo izquierdo como en el derecho, con diferentes proporciones, al igual que sucede en los ojos de un ser humano que refleja los objetos que tiene en frente, algunos los consideran contundentes a favor de que es un milagro, sin embargo, otros entran en controversias y aún hay quienes dicen que fue pintada por un pintor indígena de nombre Marco Cipac de Aquino.
Sin embargo para los millones de fervorosos creyentes las narraciones muy bellas y sencillas del Nican Mopohua de Antonio Valeriano, contienen la verdadera historia de las apariciones y la constancia del milagro, cuya belleza se puede admirar en el original de la Basílica de Guadalupe y en miles de reproducciones alrededor del mundo inclusive en los santuarios más significativos como lo es Nuestras Señora de París recientemente reinaugurada y donde también año con año se realiza un festejo en honor de la Virgen,
Independientemente de las creencias de cada uno, creo que es innegable que Guadalupe es un símbolo de lo mexicano y que por lo tanto su festejo debe ser un signo de unidad para todos los mexicanos, sobre todo en estos tiempos de crisis.
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