Las tradiciones son un conjunto de actividades realizadas en tiempos determinados, con la intención de elaborar un producto que rememore un suceso significativo para un grupo de personas, una localidad, una nación o el conjunto de ellas. Fomentan la identidad y logran un propósito.
De manera natural surgen en el seno de la familia, de la escuela u otra institución como medio para celebrar un acontecimiento entrañable, y generalmente al año siguiente se rememora, de manera que se hace una grata costumbre. A las personas les trae recuerdos y les ayuda a recordar y a valorar persona, lugares y actividades. Así los eternizan, los comparten y contagian a otros.
El tiempo anterior a la fiesta de Navidad es un ejemplo muy rico de las tradiciones. México es prolífico en este asunto por su ingenio, picardía y creatividad. Tiene algunas tradiciones semejantes a otros pueblos, pero con un cariz especial y, además con iniciativa las transforma o enriquece. Reflexionar sobre ellas es también un modo de disfrutar y de conservar.
Los villancicos traídos de España, se adoptaron e imitaron. Canciones sencillas, a veces pícaras pero ingenuas. Incitan a la piedad y al regocijo iluminando la oscuridad de la noche. Deleitan a los pequeños y a los mayores y relatan de manera popular los acontecimientos previos al nacimiento de Jesús o los del pesebre.
El árbol de Navidad es una tradición medieval. Es un pino que se coloca en un sitio principal en los hogares, en instituciones y en sitios públicos. Adornarlo en la casa es un motivo de participación de los miembros de la familia, especialmente lo disfrutan los pequeños. Esta costumbre ha originado la industria de las esferas de navidad logrando producir en muchos sitios verdaderas obras de ingenio y arte.
Al pie del árbol de Navidad o en un sitio representativo de la casa o también en lugares públicos se coloca un pesebre. Las figuras que nunca faltan son las de la Santísima Virgen, San José y el Niño Dios recostado en un pesebre. Sin embargo, también hay un buey y una mula que la tradición cuenta que dieron calor al pequeño. Según las posibilidades de espacio y recursos hay pastores con sus borregos, también los tres reyes magos a veces montando caballo, dromedario o elefante y portando cada uno incienso, oro y mirra. El incienso simboliza la divinidad del Niño, el oro su realeza y la mirra sus penurias. También luce una estrella sobre el pesebre y ángeles en variadas posturas. Este montaje da la oportunidad al padre y a la madre de explicar a los hijos la historia de nuestra redención.
En las haciendas de México el pesebre estaba acompañado de escenas bíblicas y muchas veces ocupaban varias habitaciones. Y cada figura era una auténtica obra de arte en cera, en porcelana o talladas en madera. Entre pequeños puentes, pozos de agua y casitas, aparecía un pastor vestido con ropajes orientales, algunos con tez blanca y otros, morena. Todos conducía sus ovejas al portal de Belén. También había pastoras cargando una cesta con fruta para regalar al Niño Dios.
En la actualidad muchos de esos nacimientos dan lugar a múltiples exposiciones. El arte popular ha influido en el estilo de las figuras, por ejemplo, a las ovejas se suman gallinas, guajolotes, venados y otros. El heno, el musgo y la paja ambientan las escenas y en México también las flores de nochebuena con su color rojo intenso.
Las posadas con las piñatas son un capítulo muy importante primero para la evangelización. Ahora para conservar la memoria de la venida al mundo de nuestro Redentor. De un modo festivo y divertido, los frailes que llegaron a nuestras tierras las organizaron del 16 al 24 de diciembre, para recordar las nueve noches que José y María van de Nazaret a Belén para empadronarse y para buscar posada. Con el paso del tiempo, de las capillas abiertas, construidas al lado de los templos las posadas pasan a las casas.
En las posadas mexicanas la historia se canta en dos coros, uno dentro de la casa y el de los peregrinos fuera. Los coros se alternan y concluyen cuando descubren a José y a María y los dejan entrar con el estribillo: “Entren santos peregrinos, peregrinos, reciban este rincón. Y aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón”.
Originalmente todos los vecinos colaboran para hacer el festejo agradable. Y por mucho tiempo fue una de las actividades sociales más importantes de México. Los elementos indispensables para una posada son los peregrinos -la Virgen montada en un pollino y de pie san José llevando las riendas-, que cargan el grupo que canta fuera de la casa. Todos tienen una velita encendida.
Cuando entran los peregrinos se lanzan cohetes y luces de bengala. Luego se rompe la o las piñatas con los ojos vendados y un garrote. Luego la comida y la bebida. Consiste en fruta variada: mandarinas, tejocotes, caña, cacahuates, también sopes, tamales, quesadillas, elotes y por supuesto los buñuelos. La bebida es caliente: el ponche servido en jarritos.
Las piñatas originales consisten en un grande jarro de barro lleno de fruta y dulces. El jarro se reviste con papel brillante y siete picos también forrados del mismo papel y en las puntas unos mechones de papel de china. Cada pico representa un pecado capital y se destruyen al romper la piñata. Los dulces que caen simbolizan las gracias que Dios otorga. En la actualidad también se fabrican piñatas con los rostros de personajes públicos, pero esto rompe con la tradición.
El canto característico que acompaña los golpes a la piñata es: Dale, dale, dale, no pierdas el tino. Porque si lo pierdes… pierdes el camino… y así hasta que cae.
En la cena de Nochebuena se acostumbra el pavo relleno, los romeritos con tortitas de camarón, la pierna y lomo de cerdo, los pescados y mariscos de las costas mexicanas. puré de papas, ensalada de manzana con betabel, ensalada navideña salsa de arándanos y verduras. También se utilizan otros tipos de aves, rosbif o jamón. El pastel de calabaza o de manzana, el pudín de pasas, el tronco de Navidad, el pastel de frutas son los platos básicos para el postre. Bebidas: el ponche y atoles. Todos los festejos confluyen en ¡Feliz Navidad!
Te puede interesar: Adviento
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo