La imposibilidad de desconexión laboral es uno de los principales problemas que enfrentan los trabajadores diariamente. Este fenómeno afecta tanto a quienes trabajan desde casa como a aquellos que, tras su jornada presencial, deben atender asuntos pendientes o estar disponibles fuera de horario. Esta práctica, cada vez más común, obstaculiza el equilibrio entre la vida personal y profesional, revela el Termómetro Laboral elaborado por OCC.
Con base a un sondeo entre miles de profesionales para conocer desde su experiencia y perspectiva los principales impactos de la falta de desconexión laboral. El 46 por ciento coincidió en que mantenerse disponible para el trabajo o en contacto con sus líderes fuera del horario laboral incrementa el estrés a niveles perjudiciales, afectando su salud mental, física y emocional.
Otra de las repercusiones más señaladas fue el impacto en el descanso. El 25 por ciento de los participantes afirmó que esta práctica dificulta conciliar el sueño o encontrar tiempo para la vida personal, lo que, en muchos casos, lleva a largas jornadas laborales que invaden incluso las noches. Vivir bajo esta constante presión genera monotonía y afecta el bienestar.
El informe señala que el 23 por ciento de los participantes afirmó que las relaciones interpersonales también se ven afectadas, ya que la desconexión limitada reduce las oportunidades de socializar o convivir con familiares y amigos. Este aislamiento restringe su círculo de interacción al entorno laboral, generando una percepción de vida desequilibrada y desconectada de sus vínculos personales.
El seis por ciento comentó que este problema no solo impacta la vida personal, sino que también influye en el rendimiento y productividad. Descansar poco puede desencadenar la falta de concentración diaria, desgaste y una baja motivación, afectando directamente a los equipos de trabajo y el cumplimiento de los objetivos de las organizaciones.
Por otro lado, los participantes en el sondeo compartieron los principales factores que impiden desconectarse del trabajo. El 57 por ciento señaló que la presión de líderes o compañeros los obliga a estar disponibles fuera de horario, lo que genera una dinámica laboral difícil de llevar.
El 16 por ciento indicó que la falta de una cultura organizacional que promueva la desconexión contribuye a continuar con estas prácticas en la actualidad. Muchas empresas no priorizan el bienestar de sus colaboradores y no implementan medidas que limiten las solicitudes laborales fuera de la jornada.
La desorganización personal es otro de los factores mencionados por los trabajadores. Según el 14 por ciento, la falta de una planificación efectiva provoca que las tareas se extiendan innecesariamente, dificultando el cumplimiento de los horarios establecidos y obligando a la persona a mantenerse conectada en el trabajo.
Además, el 13 por ciento mencionó el miedo a perder oportunidades como proyectos, desarrollo o crecimiento profesional.
Esta percepción refleja la creencia de que el éxito laboral está relacionado con el sacrificio del bienestar personal, lo que facilita que organizaciones y malos líderes mantengan exigencias fuera del horario de trabajo.
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