En el marco del Día Mundial de la Diabetes y ante las estadísticas que indican que México es el país con los índices más altos de obesidad infantil, Educación con Rumbo destacó que luego de que autoridades establecieran medidas para reducir los alimentos grasos en escuelas, estas son insuficientes para combatir el problema.
Semanas atrás, durante su conferencia mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que a partir de marzo de 2025 se prohibiría la venta de comida chatarra dentro y fuera de instituciones escolares. ¿Sabías que… las autoridades informan que 15 millones de niños y adolescentes de cinco a 19 años tienen sobrepeso u obesidad?
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022, el sobrepeso y obesidad en infantes aumentó cinco por ciento, mientras que en jóvenes subió siete por ciento en comparación con 2018, lo que resulta sumamente alarmante, ya que solo seis de cada 10 adolescentes está en su peso normal al pasar a la adultez.
Sin embargo, la lucha contra la comida chatarra ya tiene carrera, pues anteriormente, ya se había establecido el etiquetado de alimentos y pese a que empresas argumentaban que las etiquetas vulneran la libertad de comercio al “inhibir el consumo de productos en lugar de proporcionar información”, la medida de salud se mantuvo.
Obesidad y sobrepeso es un problema social
La institución agregó que aunque las nuevas medidas aprobadas en México para regular los alimentos chatarra son un avance en la lucha contra la diabetes, que es la segunda causa de muerte entre los mexicanos y una de sus causas es la obesidad y sobrepeso, “resulta insuficiente frente a la alarmante crisis de salud infantil”.
Educación con Rumbo destacó que la eliminación de programas como las Escuelas de Tiempo Completo y la interrupción de desayunos escolares saludables, tanto fríos como calientes, dejaron a miles de estudiantes sin acceso a alimentos nutritivos durante su jornada escolar, generando un vacío que la comida chatarra ha llenado.
“Desde ECR queremos enfatizar que cargar toda la responsabilidad a las escuelas sin involucrar a la familia en el cuidado de la alimentación es una medida desproporcionada y superficial”, dijo Patricia Ganem, coordinadora del Observatorio de Investigación de ECR y agregó que autoridades deben crear las condiciones para que se cumpla con la normatividad.
Ganem destacó que el problema va más allá de las aulas y requiere un cambio de hábitos que empiece en el hogar y se respalde con políticas públicas efectivas que restablezcan los programas de apoyo alimentario en las escuelas y enfatizó que, debe ser un conjunto que trabaje en pro de la salud infantil y en general de México.
“Restringir la venta de productos chatarra en las escuelas es solo una solución superficial si no se acompaña de una estrategia integral que fomente hábitos alimenticios saludables desde la familia”, dijo Paulina Amozurrutia, presidenta de ECR y subrayó que, “las leyes por sí solas no cambiarán los índices de diabetes y obesidad infantil; se requiere acción y responsabilidad conjunta en todos los niveles”.
¿Qué acciones propones desde la familia para reducir el problema de sobrepeso y obesidad?
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