Empresas deben prepararse ante emergencias climáticas

México es un país conocido por su diversidad geográfica y climática, pero también por la vulnerabilidad de su territorio frente a desastres naturales, lo que se vio reflejado durante 2023 y parte de 2024, pues eventos naturales catastróficos dejaron profundas huellas económicas, sociales y ambientales en toda la República Mexicana. 

Entre los desastres naturales más sonados de los últimos años y los más graves se encuentran los huracanes Otis y John, mismos que impactaron en la zona del pácifico, afectando intensamente a entidades como Oaxaca y particularmente a Guerrero, en especial al puerto de Acapulco, sumamente popular y con grandes afectaciones. 

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2023 fue el año más cálido desde se que tienen registros y en ese mismo año, Otis fue el evento climático que generó las mayores pérdidas, con hasta 15 mil millones de dólares perdidos; mientras que John, que ocurrió en 2024 dejó pérdidas de mil 500 millones de pesos 

Además los huracanes también afectaron en cierta parte a zonas de la península de Yucatán, dejando varios daños, y a pesar de esos desastres, las intensas lluvias vividas en México también ocasionaron problemas en el Valle de México, siendo Chalco una de las zonas más afectadas, dejando hasta 600 viviendas afectadas y miles de negocios fuera de actividades. 

Empresas necesitan tener planes de acción

“Si bien los daños y preocupaciones principales están en los hogares y en ofrecer protección a la población vulnerable, también los negocios padecen estos efectos y hemos identificado que, aquellos que no ofrecen un mantenimiento a sus activos, elevan peligrosamente el riesgo de perder equipo y maquinaria”, comentó  Tomás Allen, vicepresidente de de Fracttal. 

La empresa que se dedica al mantenimiento de maquinaria detalló que, hasta el 40 por ciento de los negocios en México que fueron afectados por desastres naturales durante los últimos tiempos, no vuelven a abrir ni restablecer su funcionamiento y agregó que, México es uno de los países con mayor riesgo catastrófico; pues el 45 por ciento del territorio está expuesto a inundaciones, mientras que 40 por ciento está calificado como zona sísmica. 

Según datos oficiales, en México, las pequeñas y medianas empresas son fundamentales para la economía, ya que generan el 72 por ciento de los empleos en el país y representan el 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que coloca a la industria privada como un factor determinante en la economía nacional. 

“Se calcula que 81 por ciento de los sucesos que provocaron daños catastróficos están relacionados con inundaciones, viento y huracanes”, comentó la empresa y puso como ejemplo lo sucedido en Acapulco, donde tras el paso del huracán Otis, en octubre de 2023, prácticamente  ocho  de cada 10 negocios de la localidad sufrieron algún tipo de daño.

La empresa también detalló que, tres de cada 10 negocios en México cuenta con una visibilidad permanente del estado de su maquinaria, pero los cambios de voltaje provocados por una tormenta eléctrica, la humedad que se infiltra tras una inundación o el sobrecalentamiento de los equipos a causa de una ola de calor son muy perjudiciales y a veces no se consideran esos daños. 

Fracttal aseguró que pese a que hay seguros que cubren cuestiones de desastres naturales, no todos los equipos o maquinaria de un negocio están asegurados, por lo que con los daños de los desastres naturales y si las empresas no le dan mantenimiento a su maquinarias, en ocasiones es imposible saber el grado de daños para un negocio. 

“Lo más importante para las empresas de cualquier sector es contar con una estrategia para regresar a la actividad lo antes posible y eso es imposible si no se cuenta con una visibilidad total del mantenimiento de los equipos que pueda establecer las áreas críticas, así como determinar y clasificar las causas potenciales de las fallas en los sistemas”, comentó el experto y llamó a los dueños de empresas a hacer un inventario con información detallada de cada equipo y un plan en emergencias. 

¿Qué más puede hacer la iniciativa privada para prepararse en caso de desastres naturales?

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