“Por años los cerillos fueron la principal fuente de fuego y hoy más que nunca debemos regresar a la práctica de usar cerillos, pues el planeta lo necesita”, aseguró la ambientalista Angélica Martínez Cantú.
Para ayudar al planeta es necesario cambiar nuestro estilo de vida y para hacerlo debemos empezar por los detalles y que parecen pequeños; pero tienen un gran impacto en la contaminación y destrucción de la naturaleza. Debemos sacar de nuestra vida los artículos desechables y que por su composición sea difícil o imposible su degradación.
Por ejemplo, uno de los grandes enemigos para el medio ambiente es el encendedor, pues aparte de ser un artículo desechable, también es un residuo tóxico, que dificulta el reciclaje del material con el que se fabrica: gas líquido (butano) que contiene.
Un mes, por miles de años tóxicos
Todos hemos usado un encendedor o por lo menos conocemos cuál es su función, pero alguna vez te has preguntado qué pasa con los encendedores luego de que los desechamos. Pues te lo voy a contar, ya que su impacto a la naturaleza es tóxico y negativo.
El tiempo de vida útil de un encendedor es de aproximadamente un mes y medio (7 semanas), luego de eso lo desechamos; algunas personas lo depositan en contenedores, pero otras tantas tiran sus encendedores en la calle o en zonas naturales, haciendo mayor el daño de este artículo.
Ya sea en la calle, en alguna zona natural o en la basura, un encendedor tardará más de mil años en degradarse, pues está fabricado de plástico y metal. El plástico se degrada en mil años aproximadamente, mientras que el metal demora aproximadamente unos 30 años.
Luego de que el plástico del encendedor se degrada, o si se rompe el contenedor, es posible que los residuos de gas líquido se derramen causando la intoxicación de ecosistemas. Por ejemplo, en el mar el daño del gas líquido será mayor, pues rápidamente se diluye en el agua y es inevitable su contacto con especies de animales y vegetación.
Aunque duran varias semanas, los encendedores son un artículo desechable, que está fabricado e idealizado para tener una vida corta, ser sustituido en poco tiempo y así aumentar el mercado de la industria del encendedor.
Cerillos, la opción ideal
Muchas personas opinan que es más práctico usar un encendedor; sin embargo, el costo de usarlo es muy alto y puede ser contrarrestado con el uso de cerillos, que resultan menos contaminantes para el planeta. La industria cerillera ha reconocido la crisis ambiental por la que atraviesa el planeta y ha decidido actuar utilizando papel reciclado en sus cerillos, en lugar de madera.
Un cerillo, hecho de madera o de papel reciclado tarda en degradarse aproximadamente un mes, como plazo máximo; mientras que el contenedor o recipiente de encendedores es de cartón que tarda 2 o 3 semanas en degradarse por completo.
Angélica Martínez Cantú, ambientalista desde hace 24 años, explicó que anteriormente usar cerillos era lo común; sin embargo, con el paso de los años y el crecimiento de la industria de artículos desechables se popularizó el encendedor.
“Por años los cerillos fueron la principal fuente de fuego y hoy más que nunca debemos regresar a la práctica de usar cerillos, pues el planeta lo necesita”, aseguró Martínez Cantú. Además, explicó que en México hay empresas cerilleras que están comprometidas con el medio ambiente, por lo que buscan que sus productos tengan el menor impacto ambiental. Finalmente la ambientalista invitó a que “pongamos atención en los pequeños detalles de nuestra vida diaria, pues muchas veces son los que más contaminación producen”.
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