La palabra “política” proviene del griego politiká, que significa “asuntos de las ciudades”.
Así que, en la antigua Grecia la política se caracterizó por una visión del estado como un instrumento para que los individuos expresaran su pertenencia a la comunidad, la participación en el gobierno y los asuntos comunes como una forma de realización del ser humano, la creación de un marco de relaciones entre el estado y los individuos basado en la ley, como una forma de evitar la violencia y la arbitrariedad y se tenía un discurso político que se caracterizaba por ser subjetivo y por buscar congregar voluntades para alcanzar metas colectivas.
En la actualidad, a la política solemos definirla y entenderla como el conjunto de estrategias, decisiones y medidas tomadas por determinados grupos o personas que detentan el poder, a fin de organizar a una sociedad o grupo en particular.
En México, muchos politólogos y estudiosos del derecho han escrito infinidad de documentos definiendo y explicando lo que debe de ser el desarrollo de la actividad política, dando así doctrina al derecho mexicano que de una u otra forma han retomado, por años, los legisladores mexicanos para así ir dando orden y desarrollo a nuestra sociedad.
Por su lado, el Partido Acción Nacional (PAN), en sus Principios de Doctrina, aprobados en su Asamblea Constitutiva de septiembre de 1939, contempla la política como: “La creación y administración de un orden dinámico que jerarquice justamente las diversas funciones y distintos intereses que existen dentro de la vida social, no es patrimonio de un hombre o grupo social determinado. A la creación y administración de este orden, deben concurrir la inteligencia y la voluntad de las personas que conviven dentro del Estado. Cumplir este deber político es necesidad imperiosa y urgente, cuya omisión acarrea el envilecimiento de la vida social.”
Y para la consecución de estos objetivos, continúa: “La formación de Partidos que organicen el cumplimiento del deber político, y sean permanentes en su actividad, como permanente en su fin, es necesidad evidente dentro de la realidad histórica de México.”
Pero, en la actualidad, lejos de considerarse la política como una actividad que enaltece a las personas que se dedican a ello, se ha convertido en una actividad despreciable por muchos ciudadanos, ello como consecuencia al actuar de personas que se han dedicado a la política sin tener la menor vocación, sino atendiendo a ambiciones personales.
Viene a referencia aquella famosa frase de John F. Kennedy, quien fuera Presidente de Estados Unidos entre 1961 y 1963: “Todas las madres quieren que sus hijos crezcan y se hagan presidentes, pero no quieren que mientras tanto se conviertan en políticos”. Todos quisiéramos tener el orgullo que da el éxito y el servicio a la sociedad, pero no el descrédito que conlleva dedicarse a la actividad política.
Sin duda, no se puede contar a muchos políticos mexicanos que hayan transitado por los encargos de poder sin que se les señale alguna irregularidad en el cargo, y ello es triste, pues es muestra de la podredumbre de esa actividad.
Su Santidad, Papa Francisco a través de su Encíclica Fratelli Tutti (Hermanos Todos), reconociendo que “hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común”, dio 5 consejos para una mejor política: 1. Recuperar “el sentido de pertenencia de una sola familia humana”. 2. Debemos identificar valores comunes basados en la verdad. 3. “Debemos aprender a desenmascarar las diversas formas en cual la verdad es manipulada”. 4. Debemos comprometernos a acercarnos a los demás con amor. 5. Debemos reconocer que “el diálogo social auténtico, implica la capacidad de respetar el punto de vista del otro y admitir que puede incluir convicciones y preocupaciones legítimas”.
Deseos y recomendaciones de Francisco que, de ser entendidas y atendidas por los políticos del mundo, y particularmente de nuestro México, harían que alcanzar el bien común sea posible, con todo lo que ello implica.
Es mi opinión, los ciudadanos tenemos no solo el derecho sino la obligación de participar en política, solo de esa manera se podrá tener un mejor entorno social, para eso sirve la política. Ser omisos nos hace cómplices de aquellos malos políticos que tanto daño han hecho a nuestra sociedad y a México.
Esto aplica también para quienes este domingo 10 de noviembre tenemos la obligación de lograr en favor de la sociedad mexicana, un PAN que le sirva, con mejores y más limpios políticos, que vuelva a ser la opción que los mexicanos puedan voltear a ver con la esperanza de un México mejor. En lo personal, estaré dando mi voto por Adriana Dávila Fernández, seguro de que con ella el futuro es prometedor.
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