El Día de Muertos es una festividad reconocida internacionalmente, en donde las familias mexicanas honran a sus seres queridos fallecidos y, desde sus raíces prehispánicas hasta su evolución contemporánea, la festividad es un puente entre generaciones y una forma de mantener viva la memoria de aquellos que ya no nos acompañan.
El origen del Día de Muertos se remonta a las culturas indígenas, como los mexicas, quienes consideraban al Mictlán, el inframundo, donde reinaba Mictlantecuhtli, el dios de la muerte, y su esposa Mictecacihuatl. Según el INAH, los antiguos mesoamericanos creían que el alma de los muertos continuaba existiendo en otro plano y que podía regresar al mundo de los vivos durante ciertos momentos del año.
Posteriormente, con la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI, las tradiciones católicas y las festividades indígenas se fusionaron, dando origen al Día de Muertos tal como lo conocemos hoy, pues hasta la fecha se alinea con el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, celebrados por la iglesia católica.
El Día de los Muertos es un ejemplo perfecto de riqueza en la fusión de dos culturas, la indígena y española, que se unieron perfectamente para darnos una de las festividades más reconocidas en el mundo, pues en 2008, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció al Día de Muertos como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Durante varios días, los muertos vuelven a la tierra
Aunque el Día de Muertos es nacional y hasta se extiende a varios países donde la comunidad mexicana reside y se esfuerzan por mantener viva la tradición, en la República Mexicana existen pequeñas variaciones, pues, en muchos casos, cada estado se esfuerza por ponerle su toque a esta festividad que, al contrario de ser triste, es alegre.
En Oaxaca, las calles se llenan de desfiles y colores, con decenas de personas disfrazadas de catrinas, una tradición inspirada por José Guadalupe Posada, y hasta tienen su propia versión del pan de muerto, que, a diferencia del pan de azúcar típico, este se consume todo el año, está adornado con ajonjolí y tiene figuras de alfeñique en forma de rostros.
En Pátzcuaro, Michoacán, se realiza una de las celebraciones más icónicas, donde las familias navegan en barcas a través del lago, para colocar ofrendas en las tumbas de la isla de Janitzio, mientras iluminan el agua con cientos de velas en un espectáculo visual conmovedor. En Ciudad de México, las tradiciones son muchas: desde la megaofrenda de la UNAM, hasta el desfile de alebrijes y el gran Desfile de Día de Muertos que recorre Reforma.
Sin embargo, lo que no cambia en ninguna parte del país son los días en los que los difuntos nos visitan, pues, aunque el día principal es el 02 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, cuando las almas de los adultos vuelven a la Tierra y se les recibe con cigarrillos, sus bebidas favoritas, velas, flores y hasta comida, las visitas empiezan desde el 27 de octubre.
Se dice que el 27 de octubre está dedicado a las espíritus de las mascotas y animales de compañía; el 28 de octubre se recuerda a quienes murieron de maneras trágicas, violentas o en accidentes, colocando veladoras y ofrendas para guiar su camino; el 29 de octubre, en muchas comunidades se dice que se recuerda a los ahogados.
El 30 de octubre, se busca honrar a los difuntos que están en el “limbo”, pues ya no tienen a alguien que los recuerde o antes de morir no fueron bautizados, mientras que 01 de noviembre, Día de los Angelitos, la Tierra recibe a los niños que fallecieron y se acostumbra a que en la ofrenda se colocan dulces, miel, juguetes y flores blancas.
Derrama económica del Día de Muertos
El Día de Muertos no solo es una festividad rica en cultura y tradición, también es sumamente importante para los comercios, servicios y turismo, pues genera ganancias millonarias. Según la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), el Día de Muertos 2024 dejará una derrama económica de 45 mil 318 millones de pesos.
Octavio de la Torre, presidente nacional de la Concanaco, detalló que, este año, la celebración dejará ganancias 10 por ciento mayores a las registradas en 2023 y detalló que se estima que cerca de 4.8 millones de negocios y empresas familiares se beneficiarán con la festividad. Además, se calcula que el 90 por ciento de las familias mexicanas gasta en algo relacionado con la celebración.
Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) calculó que en la capital del país, el Día de Muertos dejará ganancias de 13 mil 121 millones 727 mil pesos, cantidad que superará en más de mil 969 millones de pesos a lo que hubo de derrama en 2023. A la festividad de Día de Muertos, también se juntó el evento deportivo de la Fórmula 1, que benefició a miles de comercios.
Manola Zabalza, titular de la Sedeco, detalló que de las ganancias en la capital, cuatro mil 996 millones 893 mil 839 pesos serán gracias a la colocación de ofrendas; mil 897 millones 890 mil pesos se derramaran por comercializar objetos de temporada; y dos mil millones de pesos entrarán en el concepto de alojamiento y actividades turísticas.
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