En nuestro país, 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral y supera a países como China y Estados Unidos, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Cuando una persona está expuesta a situaciones que no sabe enfrentar o controlar puede generarse un cambio de percepción de la vida y de hábitos, así como de actitudes hacia las personas que conviven con ella.
“El estrés genera un cambio radical [para la persona] si no afronta la situación de la mejor manera posible. Las consecuencias se reflejan el comportamiento”, explica la psicóloga Laura Ponce Flores.
La persona se convierte en su contrario: de ser una persona amable, alegre y positiva, muestra un lado grosero, afligido y negativo que afectará las relaciones con la familia, los amigos y los compañeros de escuela y trabajo.
En caso de no atenderse, poco a poco se acumularán emociones y sentimientos negativos que, de no expulsar de alguna manera, puede llegar a un punto crítico en el que reaccionara violentamente contra sí mismo o los demás. Asimismo, al repremir las emociones, con el paso del tiempo, éstas se harán presentes en forma de enfermedades de diagnóstico clínico y representarán un riesgo para la salud.
“La vida de una persona puede cambiar drásticamente cuando está expuesta a situaciones de estrés. Los mecanismos de defensa se ponen alerta y cada quien reacciona de diferente forma”, agrega.
Estrés, el asesino silencioso
El estrés es un conjunto de reacciones físicas y mentales que una persona sufre cuando se encuentra en situaciones inesperadas, que pueden ser emocionantes, pero también en algunos casos –la mayoría– sobrepasan la capacidad de enfrentarse a ellas.
Se pueden presentar dos tipos de estrés, agudo y crónico, dependiendo del tiempo en que la persona esté expuesta ante una situación de amenaza, explica la psicóloga Laura Ponce Flores.
El estrés agudo se caracteriza por ser corto, se presenta cuando es necesario confrontar situaciones que causan miedo o emoción, fáciles de superar, a veces se considera ‘bueno’ ya que provoca que haya una respuesta de efectividad. Por otra parte, el estrés crónico es una amenaza prolongada que puede durar meses e inclusive años; si no se atiende significará un riesgo para la salud: el cuerpo está alerta ya que persiste una angustia permanente ante situaciones como problemas con la pareja, en el trabajo, deudas, etcétera.
Las personas estresadas suelen adoptar una serie de malos hábitos que poco a poco se convierten en vicios –como comer en exceso, consumo de bebidas alcohólicas y fumar– que empeoran el estado emocional y físico. Los afectados buscan un mecanismo de defensa en que se puedan refugiar de sus problemas, pero realmente se está generando otro.
Entre los diagnósticos clínicos que se pueden detectar por padecer estrés crónico, aunado a los vicios mencionados, se presenta en las personas padecimientos como diabetes, obesidad, hipertensión arterial o infarto, aparición de acné y depresión. Pon pausa y atiende el estrés Cuando detectes que alguna situación ya sea personal, familiar, escolar o laboral, te genera estrés, lo mejor es hacer una pausa para acudir con un especialista que te pueda brindar atención profesional para tratar el mal. Entre los síntomas más comunes del estrés destacan frecuentes dolores de cabeza, cansancio excesivo sin razón aparente, irritabilidad por cualquier cosa, problemas para dormir y disminución o aumento de peso. De cualquier forma, si tienes dudas sobre si padeces o no estrés, lo más recomendable es acudir al médico para un diagnóstico acertado.
Además, es importante saber identificar qué o quién es lo que está causando el estrés y que por consiguiente afecta el desarrollo de interacción con los demás y el desempeño en las actividades que realizas.
La psicóloga Ponce Flores aconseja seguir las siguientes recomendaciones para evitar que el estrés afecte tu nivel de vida, además de acudir con un profesional:
– Lleva una buena alimentación.
– Duerme bien.
– Ejercítate o practica algún deporte.
– Date un tiempo para organizar tus actividades.
– Evita las situaciones que has identificado que te causan estrés. Corta por lo sano.
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