Educando hijos con inteligencia corporal

La inteligencia corporal es aquella que nos permite controlar nuestro cuerpo y expresar nuestros sentimientos con él de forma eficaz, nos permite también tener habilidad en las manos para transformar elementos, coordinación, destreza, equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad.

Los niños que tienen más desarrollada esta inteligencia son capaces de controlar con precisión sus partes del cuerpo, tanto las gruesas como la cabeza, brazos, piernas y abdomen; como las finas como son los dedos de manos y pies y las partes de la cara.

Estos niños son capaces de manejar con eficacia y precisión pinceles, reglas, juguetes pequeños y las computadoras; pueden también aprender y resolver problemas por medio de los movimientos de su cuerpo.

¿Cómo saber si nuestros hijos tienen esta inteligencia desarrollada? 

Son los niños que aprenden destrezas físicas rápidamente, de pequeños caminan muy rápido y pueden tomar objetos pequeños desde muy temprana edad; les encanta moverse y estar jugando todo el tiempo, incluso les resulta una necesidad y les cuesta trabajo estarse quietos.

Son muy buenos para los deportes y las actividades que requieren movilidad física. 

También son niños muy inquietos a la hora de comer, son los primeros que piden permiso para retirarse y salir corriendo al patio. También es típico que, mientras se les explica algún tema, estén jugando con los dedos o moviendo las extremidades. 

Hacen manualidades asombrosas por la precisión y fineza a pesar de que deban pasar tiempo quietos.

Como lo habíamos platicado antes, no es que nuestros hijos sólo tengan una inteligencia predominante o muy desarrollada, sino que es muy común que se tengan varias juntas, como por ejemplo, la corporal junto con la espacial y la lógica matemática; esto nos da como resultado niños muy capaces de destacar en los deportes que implican movilidad,  estrategia y dominio del espacio. 

Estos niños son todo un reto para nosotros como papás y para los maestros, por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograr educarlos conforme a sus características y necesidades.

PRIMERO. Ármate de paciencia y comprensión.

Estos niños en especial, requieren de nuestra comprensión y paciencia ya que necesitan estarse moviendo, por lo que pueden volverse incómodos en situaciones donde se requiere formalidad y quietud.

Uno de esos lugares es la escuela, por eso es necesario hacer una estrategia con la maestra para mantenerlo ocupado y en movimiento, para que pueda aprender adecuadamente los conceptos que le van presentando en las clases. De otra forma las clases serán un tormento para nuestros hijos y también para la maestra.

Para lograrlo es necesario que desde pequeños sepan que habrá lugares donde deban controlar su necesidad de movimiento y que llegará el tiempo de poder sacar su energía corriendo.

Pero debemos ser conscientes de que esto es un proceso por lo que debemos ser pacientes y amorosos con nuestros hijos.

SEGUNDO. Desde pequeños ayúdalos a sacar su energía moviéndose.

A veces, nuestros hijos recién nacidos lloran y no sabemos por qué, es necesario revisar que estén secos, que no tengan frío, que no tengan hambre, que no tengan sueño y por último que no estén demasiado apretados ya que en ocasiones, el estar apretados les impide moverse y si nuestros hijos tienen la inteligencia corporal predominante, desde esta temprana edad ya deben estarse moviendo.

Uno de mis hijos tuvo que estar en terapia intensiva neo natal y me decían las enfermeras que era super inquieto, que se movía todo el tiempo y que debían amarrarlo con una sabatina para evitar que se resbalara hacia abajo de la incubadora.

Es muy característico el comportamiento de estos niños ya que sus movimientos son muy enérgicos y bien definidos, si es el caso de tu hijo es bueno que lo ayudes a mover sus brazos y piernas con cuidado pero en repetidas ocasiones para que logre descansar y se pueda dormir.

Conforme vaya creciendo, le podemos ayudar con estimulación temprana y con ejercicios de brazos y piernas. 

En cuanto pueda sostenerse, podemos agregarles móviles que les estimulen a querer alcanzarlos y que después puedan estimularles para gatear.

También es necesario que les expliquemos que en ocasiones sentirán ganas de moverse pero que nosotros no lo sabemos por lo que es necesario que aprendan a decirnos cómo se sienten para que podamos ayudarles.

TERCERO. Conforme a su edad, dales instrucciones concretas, cortas y sencillas.

Para estos niños es muy difícil comprender las instrucciones porque se les hace eterno el tiempo que pasan escuchando y más bien están pensando en salir corriendo; por eso es necesario darles instrucciones cortas, concretas y sencillas, aunque debas darles las instrucciones poco a poco.

Podemos apoyarnos de imágenes que les vayan recordando lo que tiene que hacer y esto ayuda para que aprendan las rutinas y después lo hagan de forma autónoma.

Para nuestros hijos pequeños las rutinas son de vital importancia para lograr que se estructure su mente y sus comportamientos. Nosotros como papás debemos procurar que esas rutinas se alteren lo menos posible.

CUARTO. Incluye en su rutina de aprendizaje el movimiento físico

De forma más particular debemos buscar movimientos que apoyen el conocimiento de nuevos conceptos para nuestros hijos, por ejemplo, que aprendan las tablas de multiplicar saltando la cuerda o que aplaudan el número de veces que da el resultado de una suma o resta.

Aquí la creatividad nuestra es muy importante al principio de la educación de nuestros hijos y conforme vayan creciendo, es necesario que sean ellos quienes nos vayan marcando el paso y nosotros podemos irles acotando y orientando.

Y QUINTO. Fomenta los deportes y las manualidades.

Las clases de deportes o de baile pueden ser de gran ayuda ya que les enseñan a llevar una disciplina y controlar sus movimientos adecuadamente.

Las manualidades les ayudan a la psicomotricidad fina y a fomentar la paciencia, que es muy útil para nuestros hijos.

Si en algún momento vemos que no saben qué hacer, que están desesperados o fuera de control, podemos hacerles jugar, practicar deporte o hacer manualidades ya que son actividades que les ayudan a desarrollar cada vez más la inteligencia corporal.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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