Sínodo significa “caminar juntos”, y con el sentido de que el pueblo de Dios lo haga, en este mes de octubre se lleva a cabo la segunda fase del llamado Sínodo de la Sinodalidad, el cual fue inaugurado por el papa Francisco al inicio de este mes con un mensaje de que el reino de Dios es para todos las personas y los católicos deben encontrar la manera de llegar a cada grupo social en cada rincón del mundo, pero con un solo mensaje y la misma finalidad, vivir en armonía, aceptación y paz.
En su mensaje, el papa recordó la inspiración de San Pablo VI, cuando instituyó, en 1965, el Sínodo de los Obispos. En los sesenta años transcurridos desde entonces, puntualizó, “hemos aprendido a reconocer en el Sínodo de los Obispos un sujeto plural y sinfónico capaz de sostener el camino y la misión de la Iglesia católica, ayudando de modo eficaz al Obispo de Roma en su servicio a la comunión de todas las Iglesias y de toda la Iglesia”.
El Santo Padre calificó al proceso sinodal como un “itinerario de aprendizaje, durante el cual la Iglesia aprende a conocerse mejor y a individuar las formas de acción pastoral más adecuadas para la misión que su Señor le confía. Este proceso de aprendizaje implica también las formas de ejercicio del ministerio de los pastores, en particular de los obispos”.
Tradicionalmente en la Iglesia Católica, un sínodo es una asamblea conformada únicamente por obispos quienes ayudan al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo
Sin embargo, en esta ocasión para celebrar la segunda fase de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Francisco convocó a 368 miembros de la Iglesia, de los cuales 96 no son obispos, aunque sí se les confirió tener voz y voto.
Comunión, participación y misión
Las sesiones que tienen lugar en Roma, y son parte de la segunda sesión, tiene como objetivo continuar los trabajos del Sínodo sobre la Sinodalidad (que comenzó en octubre de 2023), y el tema en el que se centra es “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
El Santo Padre señaló que en esta segunda sesión que se lleva a cabo en octubre de 2024, se busca encontrar las maneras, que conforme “una Iglesia sinodal en misión, sepa salir de sí misma y habitar las periferias geográficas y existenciales cuidando que se establezcan lazos con todos en Cristo nuestro Hermano y Señor.
Para ello, desde el mes de marzo de este mismo año, el papa Francisco eligió 10 temas que actualmente se están discutiendo en este encuentro sinodal, y los cuales son:
- Algunos aspectos referentes a las relaciones entre las Iglesias orientales católicas y la Iglesia latina
- La escucha del grito de los pobres
- La misión en el entorno digital
- La revisión de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis en perspectiva sinodal misionera
- Algunas cuestiones teológicas y canónicas en torno a formas ministeriales específicas
- La revisión, en una perspectiva sinodal y misionera, de los documentos sobre las relaciones entre Obispos, Vida Consagrada, Agregaciones eclesiales
- Algunos aspectos de la figura y del ministerio del Obispo (en particular: los criterios de selección de los candidatos al episcopado, la función judicial del Obispo, la naturaleza y el desarrollo de las visitas ad limina Apostolorum) en una perspectiva sinodal misionera
- El rol de los Representantes Pontificios en una perspectiva sinodal misionera
- Criterios teológicos y metodologías sinodales para un discernimiento compartido sobre las cuestiones doctrinales, pastorales y éticas controvertidas
- La recepción de los frutos del camino ecuménico en la praxis eclesial
El papa Francisco subrayó a los participantes a ser humildes y a “acoger los signos de los tiempos”, en este sentido señaló que “la humildad nos permite mirar al mundo reconociendo que no somos mejores que los demás”.
Asimismo, insistió en que en la Iglesia debe haber cabida para todos. “Dios acoge a todos siempre y a todos ofrece nuevas posibilidades de vida, hasta el último momento. Es por esto que nosotros debemos perdonar a todos siempre, conscientes de que la disposición a perdonar nace de la experiencia de haber sido perdonados”, puntualizó.
Por otra parte, el Sumo Pontífice defendió su decisión de integrar a laicos en esta asamblea asegurando que un obispo “no puede vivir su servicio” si no está entre su pueblo y para evitar dos “peligros”: que el prelado se aleje de la relación con los fieles y que se “rompa la comunión” por la contraposición entre jerarquía eclesiástica y los creyentes.
Las conclusiones de esta etapa del sínodo se darán a conocer a finales de mes.
¿Crees que la búsqueda de que la Iglesia promueva el encuentro, reconciliación y búsqueda de mejores maneras de convivencia servirá para que el mundo mejore?
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