Gracias a la facilidad de tener acceso a las noticias en la actualidad, se ha incentivado la participación social. Del conocer se pasa a la necesidad de actuar, de comprometerse con causas afines para poner remedio a hechos o tendencias reprobables. También para tratar de solucionar problemas con proyectos accesibles.
Es natural el deseo de enriquecer nuestra participación con los valores que nos sostienen, especialmente los más íntimos y profundos del credo que profesamos. En tal caso me refiero a los católicos. Y causa inquietud gozar de ellos y no compartirlos dándolos a conocer. Asumiendo también la dolorosa realidad de habernos distraído. Es necesario recuperar esa responsabilidad.
El liderazgo consiste en tener el vigor de señalar rumbos y lograr seguidores de tal dirección. El liderazgo cristiano concreta en Cristo la meta de todo rumbo. Y el liderazgo católico además de concretar la meta en Cristo y en sus enseñanzas lo realiza siguiendo a Pedro en la persona del Papa que lo representa.
El líder católico no puede perder de vista su punto de partida: un mensaje que es la reproducción de las enseñanzas de Cristo, muchas veces señaladas por el Papa para afrontar los problemas actuales de la sociedad. El líder ha de tener la suficiente influencia y lealtad para lograr la meta tan alta a la cual se ha unido y la fortaleza para sortear las dificultades.
La tarea no es fácil pues la finalidad es muy alta y exige pasión a los seguidores. Es muy rico el acervo católico y el reto es alto, es lógico contar con la ayuda, el ejemplo y el impulso de otras personas que pueden marcar rumbos y compartir conocimientos y experiencias. La tecnología ofrece recursos más cercanos y variados.
Una destacada iniciativa es la Academia de Líderes Católicos, pues organiza diversas actividades como cursos, conferencias y más. El pasado sábado 28 de septiembre presentó por zoom una Conferencia Internacional sobre “Discapacidad: Desafíos pendientes en la Iglesia”, inspirada en la encíclica del Papa Francisco Fratelli Tutti, para fomentar una participación activa de las personas con discapacidad dentro de la Iglesia.
José Antonio Rosas, Director de la Academia abre el evento comentando una solicitud del Papa: incluir a quienes son excluidos yj la urgencia de hacerlo.
Expone Grisel Olivera Roulet, Exdirectora del Servicio Nacional de Rehabilitación de la República de Argentina, sobre los beneficios de incluir discapacitados para organizar sociedades más inclusivas. Hoy hay más de mil millones de personas en el mundo con discapacidad 25 millones son de América Latina. La Agenda 2030 es una oportunidad para eliminar brechas persistentes y elevar el estilo de vida con la capacitación de esas personas quienes al recibirla podrán cubrir puestos y obtener un salario. El Papa es quien habla de la vulnerabilidad como una compañera de la vida humana.
El Cardenal Odilo Scherer Arzobispo de Sao Paulo en Brasil, hace ver la presencia de personas en todas las épocas con discapacidades físicas o intelectuales, y su incremento por desgracias naturales u otras como las guerras. Pero con toda la dignidad humana y destinatarias de todo nuestro respeto. Dios las contempla con especial ternura y merecen nuestro respeto e inserción social. Por eso ni las abandonamos ni las ocultamos. Ya asumen papeles notables en la vida social. Hemos de reconocerlas e integrarlas en la familia, la escuela, el trabajo, la Iglesia…
Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo Emérito de Madrid, prefiere hablar de capacidades diferentes pues todos tienen las suyas. Cada persona tiene la capacidad de ser amiga y eso es invaluable. Jesucristo así trata a las personas.
Dan espacio a preguntas del público que solicita la palabra. Muchas respuestas muestran el ejemplo de Jesús al tratar a enfermos y a personas de pueblos rechazados a quienes atiende y alivia. También incluyen una intervención del Papa Francisco donde habla de crear espacios de creatividad, como talleres de pintura o de artesanías para personas discapacitadas. Pero sobre todo personas con corazón grande que quieran acompañar. Así se facilita descubrir los talentos de personas con capacidades diferentes. Dejar de hablar de ellos para hablar de nosotros.
Lorena Velázquez Sandoval Presidenta y Fundadora de Talentos de Mujer en Chihuahua, México, modera un panel integrado por Carmen Sánchez Carazo Ex Concejala del Ayuntamiento de Madrid, Mabel de la Llana Olivas Miembro de la Asociación de Padres con Hijos con Discapacidad en Nicaragua, el Pbro. Luis Antonio Zazano Sacerdote y creador de Misioneros Digitales Católicos con experiencia en tareas de Inclusión en Argentina y Aldo Chavarría Montiel Cofundador y Director de Don Bosco sobre ruedas en México.
Lorena enmarca el panel en la realidad de la inclusión propia de la Iglesia católica pero también en la incapacidad práctica de algunos fieles para aplicar esa realidad a algunos casos concretos. Por eso, los panelistas presentarán casos concretos para dar ideas al respecto.
Inicia Mabel. Relata su experiencia con un hijo ahora con 12 años. Hasta los dos años se desarrolla normal aunque empezó a caminar con dificultad, dijeron que tenía una pequeña lesión por un momento de asfixia al nacer. Lo ayudan con estímulos para facilitar su desarrollo. Pero a los 4 años tiene una crisis convulsiva severa y pierde todas sus capacidades: no habla, no camina, no se mueve. Se alimenta por sonda gástrica, así hasta ahora. En EU descubren una enfermedad metabólica que se desarrolla a los 4 años. Se unen a un grupo de padres católicos con hijos discapacitados y rezan mucho. Entonces aprende a aceptar el dolor y acepta sus circunstancias. Ella y su esposo cambiaron con el sentido de trascendencia. No sólo es sacar a su hijo sino sacar su matrimonio. El niño puede comulgar y está contento. Ella se ha ayudado con el libro “El valor divino de lo humano” de Jesús Urteaga.
El Padre Luis asegura: la discapacidad no implica incapacidad. En el seminario tuvo un compañero sordo. Experimentó la relación con él y la formación con él. Y a través de esa convivencia descubrió que Dios capacita a los llamados. De 2013 a 2015 trabaja en una zona montañosa en Argentina. Iba de un sitio a otro, varias horas a caballo. En una comunidad se encuentra con un niño no se movía, no veía sólo hablaba. En esas zonas esas personas son un castigo de Dios, se les esconde. Han hecho una labor de catequesis para hablar de la dignidad de la persona, que Dios no excluye a nadie. También profundizaron en el conocimiento del niño, cómo era como persona, como ser humano, como cristiano, como peregrino hacia la santidad. Cada dos semanas lo visitaba, descubrió su capacidad y con la ayuda de Cáritas consigue silla de ruedas y otros elementos para ayudarlo a crecer y a aprender su autonomía vital. Una tercera experiencia es en Tucumán, empezaron hace poco tiempo, atienden a personas con síndrome de Down y a otros con distintas problemáticas. Hicieron una cooperativa con personas de la Iglesia católica. Van jóvenes y tienen unos principios, el primero es acercar la palabra de Jesús a todos, el segundo es que hay elementos de inclusión y el tercero es: la persona que no está en una comunidad es porque no quiere no porque no puede. La cuarta característica es que la pandemia trajo la novedad de descubrir cuatro tipos de discapacidad: física, afectiva, intelectual y psicológica. Antes de la pandemia había depresión, ahora hay ansiedad. Y el desafío del mundo virtual es llevar al mundo real. Tenían ocho muchachos con síndrome de Down. En las redes sociales se han propuesto acercar a la vida de Jesús, y lo hacen por medio de tic-toc y se han convertido en influencers.
Carmen Sánchez habla de políticas públicas enfocadas a solucionar el rechazo y la inclusión. Es médico y estuvo en la política de 2003 a 2015. Insistió en la necesidad de los discapacitados de contar con acompañamiento y la importancia de no es llegar solo sino acompañado. Descubrir los talentos, por ejemplo, las personas con síndrome de Down tienen un gran talento afectivo. Hay que facilitar la accesibilidad en las construcciones, en los instrumentos, etc. Las personas con discapacidad sufren al no poder superar obstáculos o la discriminación. Todos son sujetos de derechos. En 2007 se añadió una ley sobre el derecho al trabajo y al respeto a su integridad. En 2017 hubo mejoras a la ley. Especialmente abren camino a dar oportunidades de incorporarse a distintas profesiones.
Aldo enfoca su intervención a la participación civil. Por un accidente quedó en silla de ruedas hace 15 años. Tenía 29. Su familia practicante católica y el acudió a escuelas católicas. Estableció contactos con las Salesianos con quienes trabajo programas sociales desde la Preparatoria. Además, siempre fue muy deportista. Por eso, le invitaron a jugar basquetbol en silla de ruedas. Luego se inclinó al triatlón, entrenó en natación, en bicicleta con las manos. Aprendió a sortear problemas arquitectónicos como subir y bajar escaleras en silla de ruedas. La asociación con los Salesianos cuida de que lleven una vida sana pues son personas vulnerables. Tanatalógicamente les ayudan a superar sus pérdidas y a ser responsables asumiendo su discapacidad.
Fue una iniciativa importantísima de testimonios de vida católica y de aportaciones sociales muy sugerentes y ejemplares.
Flavia Palavecino como Miembro de la Red Latinoamericana de Rehabilitación basada en la Comunidad en Argentina, concluye con una reflexión sobre el modo de aplicar esos conocimientos.
Joaquín Eguiluz condujo la buena marcha del evento desde el apoyo técnico y pide al Cardenal Osorno las últimas palabras: no olvidar lo que decía Santo Tomás y también San Agustín: Nuestro Señor Jesús ha caminado con nosotros y por eso, nuestro corazón ardía. Y le pedimos Se quede con nosotros.
Realmente la originalidad del tema, la estructura del evento y los testimonios merecen una especial felicitación a los organizadores, se agradecen y nos impulsan a incursionar en esos panoramas insospechados.
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