Las elecciones internas del PRI, que dieron como victorioso a Alejandro Moreno, “Alito,” podrían tener repercusiones más allá de la conducción del partido.
Durante una de las crisis más severas que ha afrontado el partido más viejo de la historia política moderna de nuestro país, los militantes del PRI optaron por una cara nueva pero representativa; sin embargo, para los analistas políticos, en la elección interna del Revolucionario Institucional se jugaba más que la simple presidencia.
Alejandro Aurrecoechea, director de Análisis y Riesgo Político en Integralia Consultores, explica que la importancia de esta elección va más allá de los malos resultados electorales que tuvo el PRI en las pasadas elecciones nacionales, sino que la elección del presidente del partido era clave para tener conocimiento de su comportamiento como oposición del actual gobierno mayoritario de Morena.
En ese sentido, el director de Análisis en Integralia Consultores dice que Moreno podría vender muy caro su apoyo a Morena y darle los votos con los que conseguiría la mayoría calificada.
La principal razón por la que “Alito” podría ser un aliado del actual gobierno, explica Alejadro Aurrecoechea, es por su cercanía con los gobernadores priistas, mismos que en sus respectivos congresos locales tienen mayoría morenista y por ende, quieren recibir recursos para sus proyectos.
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Marina Reyes, consultora en Asuntos Políticos y Electorales dice que cuando Alejandro Moreno se desempeñó como gobernador de Campeche, fue un político muy prudente y conciliador, lo cual hace suponer que hará lo mismocomo dirigente del PRI, aunque en su discurso de toma de protesta se mostró combativo y quiso aclarar su cercanía con Andrés Manuel López Obrador al asegurar que Morena sería un partido satélite.
En toda la historia del PRI, sus militantes siempre han sido muy disciplinados a lo que sus dirigentes mandan, y a pesar de que se podría pensar que generará oposición por ser minoritario en las cámaras federales, no se prevé una oposición real ante posobles alianzas con el partido mayoritario.
Así lo explica Alejandro Aurrecoechea, quien dice que “dentro del PRI no se ven fracturas internas, por lo cual, Moreno se puede abocar a limar asperezas y reforzar la estructura interna”.
En ese sentido, Marina Reyes asegura que con la salida del Doctor José Narro, quien pintaba para ser el siguiente dirigente del PRI, se desfiguró la oposición del partido, por lo cual sus militantes estarán apoyando las decisiones del dirigente nacional.
Es por ello que Alejandro Aurrecoechea afirma que con la victoria de Moreno, Morena se acerca más a una mayoría calificada con los votos del PRI, con lo que podría reformar lo que quisiera de la constitución y poder conseguir incluso, una renovación de mandato presidencial.
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