Las neuronas espejo

En palabras de un neurocientífico: “Las neuronas espejo son el ladrillo sobre el que se edifica la cultura”.


Neuronas en espejo


¿Has escuchado sobre las neuronas en espejo? Hoy quiero platicarte en qué consisten y lo que pueden influir en tu vida y la de tu familia.

Se trata de un grupo de neuronas que, además de activarse mientras un individuo ejecuta una acción, lo hace cuando observa a otra persona efectuando una actividad e incluso cuando se imagina a sí mismo ejecutándola, al hacerse una representación mental como si la estuviera realizando.

Fueron descubiertas hace poco más de dos décadas por el grupo de Giacomo Rizzolatti en la Universidad de Parma en Italia y están relacionadas con los comportamientos empáticos, sociales e imitativos.

En el ámbito individual sirven para aprender, por imitación, sobre todo en la niñez. Basta ver como un bebé durante los primeros años de vida imita todo a su alrededor. Sirven para planificar una acción, para simularlas antes de llevarlas a cabo y predecir las consecuencias. De ahí el nombre de espejo.

En el ámbito social valen para sentir y comprender lo que sienten otros, de modo que podamos ponernos en su lugar, imaginar en que está pensando y saber su estado de ánimo y sus intenciones. Son las neuronas de la empatía, imprescindibles en el comportamiento social.

Este grupo de neuronas se considera actualmente la base biológica de enfermedades que afectan a la socialización, como el trastorno de espectro autista, y podrían ser clave en el tratamiento de estos procesos, así como en la rehabilitación de enfermedades que afectan al sistema motor.

La imitación es la base de la civilización y de la evolución. Sin imitación no seríamos capaces de transmitir lo aprendido de una generación a otra. En palabras de un neurocientífico: “Las neuronas espejo son el ladrillo sobre el que se edifica la cultura”.

Mencioné en un principio que estas neuronas influyen en tu vida y la de tu familia. ¿Te preguntarás por qué?

Cada día experimentamos y actuamos según las distintas emociones, que pueden ser intensas, pasajeras, agradables o penosas. El miedo, la alegría, la tristeza, el asco, la ira, la sorpresa son consideradas emociones básicas, individuales y claramente innatas.

Pero también existen las emociones colectivas, necesarias para la supervivencia y la convivencia del grupo. Son la compasión, la solidaridad, la culpa, la lástima, la vergüenza, el orgullo, la admiración, la envidia, el desprecio, entre otras.

Se definen como sociales porque se sienten en función del otro. ¿A que viene esto? A que las emociones se contagian.

Tanto en la familia, en el trabajo, en una comunidad si empiezan a surgir emociones negativas, aparece el efecto contagio, difícil de evitar, el cual puede ser positivo o negativo.

Cuando escuchamos una determinada pieza musical se producen reacciones físicas. Sonreímos y se nos acelera el corazón, a veces lloramos. Si escuchamos esta misma pieza en presencia de un grupo de amigos o durante una fiesta, la emoción se socializará invitando a bailar o a golpear con los dedos al son de la música.

Podemos sentirnos conmovidos con una película, o, por el contrario, tristes al observar muchas de las escenas que muestran a diario los periódicos sobre situaciones desagradables que viven las personas, como las guerras o los desastres naturales en regiones del mundo.

Cuando vemos que alguien sufre o siente dolor, las neuronas en espejo nos ayudan a leer la expresión facial de esa persona y, en concreto, nos hace sentir ese sufrimiento o ese dolor.

Gracias a las neuronas en espejo, las emociones que mostramos tienen una influencia directa en los demás. Y en el hogar no es la excepción, por lo que comparto contigo algunos consejos:

– Muestra alegría y optimismo, ya que así lo trasmitirás a tus hijos.

– Controla y revisa tus emociones negativas.

– Todos tenemos días de mal humor, pero debemos aprender a minimizar su impacto en los niños, ya que influirá en su estado de ánimo.

– Utiliza las demostraciones visuales y físicas y permite que los niños las imiten.

– Fomenta la interacción de los niños con el mayor número de personas posible. Las neuronas en espejo se activarán mucho más y potenciará el aprendizaje de habilidades sociales y empatía.

– Utiliza la imitación en cualquier actividad que quieras que los niños aprendan: lavarse los dientes, recoger su habitación, ayudar en casa.

Como te darás cuenta, si el ejemplo es bueno, la imitación será positiva y las neuronas en espejo tanto tuyas como de tus hijos servirán para ser más empáticos y relacionarte mejor con los demás.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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