Todas las leyes que impone la izquierda (masonería), van contra la naturaleza, por lo que sus resultados al fin de cuentas siempre perjudican al pueblo, al que supuestamente pretenden beneficiar.
Yo estaré contigo.
Dios Nuestro Señor a Moisés
Éxodo 3, 9-12
El mundo está de cabeza, lo malo lo hacen aparecer como bueno, lo inmoral lo transforman en moral “legalmente”, a la sociedad la acostumbran a aceptar lo que dice el de arriba, pues ya saben “quien es el que manda”. Parece totalmente imposible ir contra la corriente. Los que valientemente se oponen a la imposición, a la vista de las circunstancias no tienen ninguna oportunidad de impedir que la izquierda apoyada por la masonería mundial se adueñe totalmente de la situación, lo que ha tratado de lograr desde el principio, pero que nunca lo ha conseguido.
Ante lo que parece imposible, hay que tener en cuenta que Moisés no creía poder sacar a Israel de Egipto y Nuestro Señor le dice: indicándole que si sus fuerzas no serían suficientes, Él, el señor estaría con Él y lo que parecía imposible podría realizarse. Israel salió de Egipto.
También Nuestro Señor dijo (Luc. 11, 1-13): “Pedid y se les dará, buscad y encontraran, toquen y se les abrirá, quien pide recibe, quien busca encuentra y al que toca se le abre”. De ahí viene el dicho muy mexicano de “que el que me busca, me encuentra” y eso deberíamos tenerlo muy encuenta, para que si la izquierda nos busca, pueda estar segura que nos encontrará, tal como le pasó a Calles y Obregón, que estando seguros de dominar al pueblo mexicano con su poder, los cristeros les demostraron lo contario, la famosa ley Calles, como la que ahora nos quiere AMLO imponer, la descarada ley del Garrote, con la que quiere impedir que el pueblo siga protestando por sus imposiciones muy malditas que siempre presenta basada en otras razones, entre las que siempre aparece el combate a la corrupción y el de corregir lo que los anteriores hicieron mal, porque él es el único que no es corrupto y hace bien todo lo que hace, por eso afirma que su cuarta transformación, que no sería más que una transformación de cuarta, cambiara todo, ya que es un cambio lo que se quiere.
Todas las leyes que impone la izquierda (masonería), van contra la naturaleza, por lo que sus resultados a fin de cuentas siempre perjudican al pueblo, al que supuestamente pretenden beneficiar, aquí están como muestra la ley Juarez, la ley Calles y ahora la ley del garrote de López Obrador y todo lo que por las amañadas “consultas al pueblo “quiere hacer legal”, al fin Morena tiene mayoría en el Congreso y todos “ya saben quien manda”.
Claro que Dios sabe el momento adecuado de dar lo que se pide, aunque nosotros no lo entendamos de momento. Él sabe cuándo es oportuno y adecuado para cada uno de nosotros o bien para todos como pueblo. Pero Él tiene que ver que nos lo merecemos y que tenemos plena confianza en sus designios, que siempre redundaran en bien nuestro. Que significaba que confiaremos en Él, a pesar de que nuestra misión parezca imposible. Para Dios no hay imposibles y eso es lo que tenemos que tener presente en cualquier circunstancia y dificultad, por grave que sea la situación.
El caso es que el que ya saben quien manda, cada vez y a cada momento toma decisiones, que cuando son cuestionadas responde que hubo un error de su gente (de los cuales renunciaron gente muy capaz por no estar de acuerdo con su política) o bien que él tiene otros números. Como el Inegi es la institución que da los datos (números) que no concuerdan con los suyos (con los que nos quiere engañar), siendo que el Inegi además dio a conocer que las ciudades donde se sienten más seguros pertenecen a la oposición y donde se sienten con menos seguridad (tienen miedo) son de Morena, como también publicó que el ingreso por familia bajó notablemente en relación al del año pasado y puede como instituto autónomo dar más datos que lo pongan en evidencia, ya decidió desaparecerlo (apagón estadístico), como también hizo con el Coneval que trabajaba muy efectivamente contra la pobreza, con el pretexto de la austeridad republicana, mofándose de que la economía está bien porque hubo un crecimiento del 0.1 % (que nos es nada, prácticamente 0). Con esto y lo de la corrupción quitó el apoyo a muchas organizaciones de benefició social como son la guarderías, que tanta falta hacen, entre otras.
Pero eso afirma cada mañana que estamos bien, mejor que nunca, que lo que está mal se debe a los gobiernos anteriores, que todos fueron unos corruptos, que va acabar con eso porque él es el único que no lo es y él va acabar con ese problema, con el huachicol y todas las tranzas que existían antes de él. Igualmente insiste en realizar (por capricho) obras costosísimas, no necesarias, como el Tren maya, cancelando con un costo altísimo otras muy buenas, consideradas como de las mejores del mundo, como el Aeropuerto de Texcoco, cuya suspensión significa un gasto innecesario e inútil muy alto. Igual insiste en la Refinería de Dos Bocas, de la que expertos han expresado que es contraproducente, como igualmente otros expertos de nivel mundial se han manifestado de las otras medidas referidas.
Especialistas han dado a conocer que a este paso populista en poco tiempo se logrará en México una quiebra económica y una dictadura, como la que en Argentina con los Kirchner se alcanzó en 18 años y en Venezuela con Chávez-Maduro en 12.
¿Es esto a lo que quiere llegar el pueblo mexicano?
Mucha gente en México ha demostrado que a pesar de los negros nubarrones que se ciernen sobre todos los mexicanos, hay quienes estamos conscientes de que Dios igual que dijo a Moisés nos dice a cada uno de nosotros: “Yo estaré contigo” y que más adelante Nuestro Señor advirtió que “las puertas del infierno no prevalecerán contra mi Iglesia” y como otras veces he advertido, nosotros los mexicanos, como también los de muchas naciones, somos su Iglesia.
A pesar de que la situación parece cada vez más difícil, si no imposible, y que la izquierda tiene todas las armas y nosotros solo una pequeña honda, como la de David ante Goliat, un gigante armado hasta los dientes; podemos estar seguros de salir airosos de esta contienda entre el bien y el mal. Habrá que esforzarse y sacrificarse mucho, pero al final lograremos imponer la cultura del vida y del amor sobre la nefasta cultura de la muerte y del odio, la que esgrime la izquierda.
“Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida.”
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