En el combate al huachicol, ¿no salió más caro el caldo que las albóndigas? Porque todo ese tiempo, perdieron las verdaderas empresas productivas de México.
Genialidades mexicanas
Las hay, y muchas. Este escribano lo ha dicho varias veces. Lo maravilloso de la 4T es que, incluso, pueden modificarse ya los refranes nacionales. Por ejemplo: “Árbol que nace torcido… a mano alzada se endereza”; otro más: “Al mal tiempo… es culpa de gobiernos anteriores”. “El que nace para maceta… es porque se ha portado mal con la 4T”.
Y, perdonando la mamilonga anterior –valga el neologismo pampero– a este escribano le resulta importante, transcribir las interrogantes esenciales que le envían las bellísimas lectoras y los amables lectores, efebo hijo incluido.
Preguntas
1. ¿Qué no ya se había acabado el huachicol?
2. Le pasó a Jorge Díaz Serrano con el presidente Miguel de la Madrid; a Joaquín Hernández Galicia, La Quina, con el presidente Salinas; y a Elba Esther con Peña Nieto… ¿No será el mismo proceso de “legitimización” y un buen golpe mediático, acusar a Romero Deschamps, si no toca al Napito?
3. Si todavía hay huachicol en todo el país… ¿Quién ganó cuál guerra?
4. En el combate al huachicol, ¿no salió más caro el caldo que las albóndigas? Porque todo ese tiempo, perdieron las verdaderas empresas productivas de México.
5. Si todavía hay huachicol en cantidades industriales, ¿por qué se le sigue inyectando dinero bueno a la empresa más endeudada y más improductiva del mundo?
El plan de rescate de PEMEX
Ese catálogo de buenas intenciones que significó el Plan de Rescate de la petrolera mexicana, debe contener alguna respuesta a todo lo que los preguntones del pueblo bueno y sabio, formulan, porque en las mañaneras, se regodea el mandatario, asegurando que tanto el huachicol como el narcotráfico, la violencia y los asesinatos, “prácticamente” ya se acabaron… igualito que la corrupción.
Juan Carlos Rodríguez, reportero de Reforma, cabecea su nota de forma sorprendente: “Prolifera venta ilegal de combustible en carreteras del país”. La entrada es fuerte –por eso no los quiere el presidente– “Reina el huachicoleo a la vista de todos”. Y en la nota ilustrada principal se lee: “Trafican a toda hora en vías públicas…y las autoridades no intervienen”.
Lo que nadie ve…ni oye
Juan Carlos Rodríguez –como sucede en este bendito oficio– comenta que un reportero de Reforma se hizo acompañar de un trailero en una ruta completa. Los resultados, alarmantes:
1. Existen redes bien articuladas, sostiene el reportero, que operan las 24 horas. Cuando menos en siete estados y la ciudad capital.
2. La impunidad es tal que el combustible robado se vende con toda tranquilidad en zonas conurbadas.
3. En la carretera que va de la Ciudad de México a Querétaro, destaca el reportaje, las patrullas federales “se estacionan afuera de los centros huachicoleros”, hasta cuando surten el combustible.
4. La fuente señaló que el combustible robado se vende, sin problema alguno, desde enero de este año. En las carreteras de San Luis Potosí, circulan camiones y pick up cargados con bidones a la vista. Y nadie sabe ni nadie supo.
5. En la carretera 57 la venta está “a todo lo que da”, en talleres mecánicos, vulcanizadoras, cafeterías, restaurantes y puestos de artesanías.
6. El bidón de 25 litros cuesta entre 350 y 380 pesos.
7. Trabajan en el huachicoleo, familias enteras. Eso puede apreciarse durante las ventas nocturnas.
8. En internet, los sitios que venden el combustible robado se pueden ubicar al buscar “huachicoleras”. En las mañaneras, el huachicol ya se acabó Sin comentarios….
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