Esta ñora empieza a creer que los de Morena piensan que los famosos fideicomisos del Poder Judicial son mágicos porque los pueden usar para doscientas mil cosas. Son los nuevos 500 millones que el ni-siquiera-mi-esposa-me-aguanta-tanto-como-para-irse-conmigo-a-La-Chingada repetía y repetía que se recuperarían del presupuesto al acabar con la corrupción. Es que ahora los famosos fideicomisos servirían para financiar la elección del Poder Judicial, según Ricardo Monreal. Total, ya los habían prometido para hacer hospitales, y luego se supone que esa lana iría al fondo para pagar mejores jubilaciones sumándole la lana que ya se robaron de las Afores (o sea, les robaron a los jubilados de sus afores para darles a los jubilados).
El tema de toda esta posible elección de los miembros de Poder Judicial es un asunto bastante complejo, y a esta ñora le han surgido muchas preguntas últimamente sobre todo centradas en la lana. Aquí van sólo dos de ella, la primera: ¿no nos macharon que la democracia en México era carísima (que lo es, pero sobre todo porque se financia a los partidos políticos no por el INE en sí) y ahora quieren gastar en otras elecciones? Y la segunda, ¿si como dice Monreal ahora se usa el dinero de los fideicomisos que todavía no tienen para hacer la elección de dónde se van a financiar las siguientes elecciones?
Pero esta ñora no quiere adelantarse, y quiere ir en sintonía con las declaraciones de Monreal para que vean que anda cooperadora con la mayoría electa por los ciudadanos de este país. Eso no implica que esta ñora deje de ver algunos problemitas y eso que ella nomás es una ñora que administra su humilde hogar. Para empezar, según Monreal, esos Fideicomisos tienen 23 mil millones de pesos, pero en septiembre del año pasado cuando aprobaron apoderarse de ellos se calculaba que tenían 15 mil 434 millones. A esta ñora le encantaría saber ¿cómo crecieron casi ocho mil millones en tan poco tiempo? ¿Será que estaban en dólares y con la devaluación son más pesos?
Pero supongamos que sí hay lana, nomás que nadie sabe muy bien cuánta se gastará en realidad. Pues según Monreal la elección costaría sólo 3 mil 500 millones, pero su jefa, o futura jefa, o futura aspirante a jefa, o sea, Clau dice que costaría el doble o sea 7 mil millones de pesos. Y francamente, para como han calculado los morenistas los costos de lo que han hecho este último sexenio, que nos han salido en el doble o en el triple seguro acaba costando 14 mil millones.
Y de pensar en todo lo que se necesitaría para organizar una elección como la que acabamos de vivir estaría complicado. Para empezar, esta ñora supone que se tendrían que volver a poner las 170,308 casillas que se pusieron, o sea, que tendrían que volver a convocar a un millón 530 mil 207 funcionarios de casilla. Porque igual que hay funcionarios que contaron lo federal, en el caso de la del Poder Judicial esos funcionarios tendrían que contabilizar los votos que se den para 27 puestos entre los 9 ministros de la Suprema Corte, los del Tribunal Electoral, y otros de alto nivel.
Pero igual había una especie de elección local porque hay que elegir a los magistrados y jueces locales cuyos números varían de entidad en entidad. Y según leyó esta ñora en la Ciudad de México implica 794 puestos.
Si la ley pasa como está propuesta, cada uno de esos 27 más 794 puestos en CDMX o sea, 821, hay que multiplicarlos por seis candidatos que debe haber por cada puesto. O sea, la boleta debería traer 4926 nombres. Una cosa preciosa y facilísima de hacer, ¿a poco no? Quizás puedan usar letra así muy pero muy chiquita y poner junto al crayón que siempre dan en las mamparas una lupa para que podamos leerlas. Y, por supuesto, esta ñora espera que les pongan unas lupas todavía más grandes y muuuuy buena luz a los funcionarios de casilla para que puedan contar bien los votos. (Esta ñora ha sido observadora electoral varias veces y ha comprobado que la mayoría de las casillas en la noche deben alumbrarse con linternas o con los celulares).
Pues aquí acaba la contribución de esta ñora para que los diputados y senadores puedan encontrar las mejores formas de hacer realidad práctica esta idea de elegir a los miembros del Poder Judicial. Esta ñora se evita la fatiga de ponderar si es o no una buena idea en términos políticos o si en verdad nos traerá una mejor impartición de justicia porque evidentemente eso viene valiendo sombrilla, la mayoría apoya esta locura; y esta ñora nomás pone su granito de arena para que las masas sean felices.
Te puede interesar: Hay de refritos a refritos
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo