Llegas tarde, olvidas los pendientes, te enojas fácilmente, comes en forma desbalanceada, duermes desordenadamente, llevas una vida sedentaria, fumas, bebes, no te bañas, estás demasiado tiempo frente a la televisión o en redes sociales.
Estos son solo algunos de los muchos malos hábitos que vivimos diariamente y que afectan no solo nuestra salud física y mental, sino la de aquellos que nos rodean.
Lo malos hábitos son fáciles de realizar porque no requieren de esfuerzo o energía, estamos más cómodos, generan placer, la pasamos bien, estamos acostumbrados a ellos y rodeados de otras personas que los realizan.
Es muy común que, al sentirnos frustrados, presionados o en cierta época del año, queramos cambiar estos malos hábitos y no lo logramos. Los defendemos, justificamos nuestras acciones, llegamos a creer que es imposible cambiar: así soy y no puedo, y nos da tranquilidad el que otras personas también los tengan.
Comparto contigo algunos tips para romper con los malos hábitos:
– Elabora una lista de los malos hábitos: anota aquello que te aleja de ser esa persona que te gustaría ser.
– Haz que sea difícil acceder al viejo hábito: no compres lo mismo, alimentos que te dañan, bebida, cigarros, no frecuentes lugares o amigos que te influyen.
– Resalta lo desagradable: piensa en lo que este hábito te afecta en tu vida. Así puedes inhibir esa conducta que te está afectando
– Cambia tu identidad: demuéstrales y dile a los demás que esta conducta ya no forma parte de tu vida.
– Define la persona que quieres ser: saludable, feliz, padre o madre positiva, trabajador, cónyuge fiel.
– Tus conductas deben ser un reflejo de la nueva identidad: de la persona que quieres ser. No solo debe quedar en palabras, sino en acciones congruentes y duraderas.
– Enfócate al proceso no al resultado: muchas personas tienen sus metas, pero no las logran porque solo sueñan o se lo imaginan. Debes de enfocarte al proceso en positivo. Definir qué quieres lograr y no lo que quieres evitar.
– Piensa: ¿Cuáles son las acciones que te acercan a la meta deseada? Toma como ejemplo a otras personas que han logrado lo que tú estás tratando de hacer, analiza sus acciones, imítalas y verás que lo logras. Acercarte a tu meta es pensar en acciones
– Define las actitudes y las conductas que vas a implementar que se dirigen al fin que quieres lograr.
– Y muy importante. Entre más repites una conducta, más refuerzas el proceso para convertirla en un hábito. Una acción aislada no va a cambiar tus creencias, tienes que repetirla y ser constante.
Recuerda: una virtud es un hábito bueno repetido muchas veces. Por el contrario, un vicio es aquel hábito malo repetido una y otra vez. ¿Qué desea como persona? ¿Cultivar virtudes o vicios?
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