“El gobierno de México no cumple plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata (de personas), pero está haciendo esfuerzos importantes para lograrlo”, incluso demostró mayores esfuerzos generales en comparación con un año antes, revela el Informe sobre Trata de Personas 2024, elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
El reporte destaca que entre las tareas que se realizaron sobresale que se procesaron a más sospechosos y condenaron a más traficantes; identificaron y ayudaron a más víctimas; y se llevaron a cabo modificaciones a las leyes laborales imponiendo obligaciones más estrictas para que los empleadores agrícolas protejan a sus empleados.
Asimismo, menciona que la regulación gubernamental que prohíbe la importación de bienes producidos con trabajo forzoso entró oficialmente en vigor y los funcionarios elaboraron una guía para su implementación, entre otros avances. Además, por primera vez en cuatro años, los tribunales condenaron a traficantes en Veracruz donde se tenía una alta prevalencia de trata.
A pesar de ello, “el gobierno no cumplió con los estándares mínimos en varias áreas clave”, como la falta de recursos adicionales a la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) para cumplir su función ampliada; Además, las autoridades informaron haber iniciado muchas menos investigaciones.
El reporte indica que “en general, los servicios para las víctimas fueron inadecuados en comparación con la magnitud del problema y hubo una grave falta de servicios para las víctimas masculinas, las víctimas de trabajos forzados y las víctimas de las zonas rurales”.
Por otra parte, señala que “la corrupción y la complicidad oficial en delitos de trata siguieron siendo motivo de preocupación, lo que inhibió las medidas de aplicación de la ley. Algunos funcionarios del gobierno facilitaron o participaron en delitos de trata. Los informes de los medios y de las ONG basados en entrevistas con migrantes y solicitantes de asilo alegaron incidentes en los que mexicanos extorsionaban a los migrantes para obtener dinero y, en ocasiones, se confabulaban con grupos criminales organizados para facilitar planes de secuestro y rescate. Estos abusos exacerbaron las vulnerabilidades existentes de los migrantes y solicitantes de asilo ante la trata y disuadieron aún más a las personas vulnerables de denunciar delitos“.
Durante la presentación del reporte, Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, aseguró que en el mundo se estima que 27 millones de personas son explotadas para el trabajo, los servicios y el comercio sexual. Mediante la fuerza, el fraude y la coacción, se les obliga a trabajar en campos y fábricas, en restaurantes y residencias. Los traficantes se aprovechan de algunas de las personas más marginadas y vulnerables del mundo, beneficiándose de su difícil situación.
Aseguró que el Informe sobre la trata de personas del Departamento de Estado, que estudia este fenómeno social en 188 países –incluido Estados Unidos–, proporciona la evaluación más completa del mundo sobre esta práctica abominable, así como los esfuerzos de los gobiernos y partes interesadas de todo el mundo para combatirla.
Blinken destacó el papel de las herramientas digitales, las cuales han amplificado el alcance, la escala y la velocidad del tráfico de personas. “Los perpetradores utilizan aplicaciones de citas y anuncios en línea para reclutar víctimas. Utilizan plataformas en línea para vender contenido sexual ilícito. Aprovechan la mensajería cifrada y las monedas digitales para evadir la detección”, aseguró.
Indicó que, al mismo tiempo, la tecnología también representa una de las herramientas más poderosas para combatir este flagelo duradero.
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