Según estudios del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lideradas por Marcos Rosetti Sciutto, han revelado un aumento significativo en los niveles de ansiedad y depresión durante la pandemia de COVID-19 y en los años siguientes en niños, adolescentes y adultos jóvenes.
“Se ha registrado un patrón claro de ansiedad y depresión aumentado durante los años de la pandemia y una tendencia que sugiere que continúa elevado en los años posteriores,” explicó Rosetti y agregó que ese fenómeno es especialmente preocupante en mujeres adolescentes, quienes mostraron un incremento en conductas autolesivas.
Las investigaciones indicaron que se ha observado un aumento en los signos de alerta del neurodesarrollo en niños después de la pandemia, lo que resalta la importancia de detectar estos casos temprano y aplicar intervenciones correctivas cuando sea posible, para evitar que los síntomas se extremen.
Marcos Rosetti enfatizó la necesidad de un monitoreo continuo de la salud mental después de una pandemia, ya que sus efectos pueden persistir, “tanto entrar como salir de un aislamiento social puede haber resultado en un evento disparador para este tipo de conductas”, dijo el experto.
Consecuencias de la pandemia en la salud mental de los jóvenes
Un estudio encabezado por Rosa Elena Ulloa, del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro, encuestó a personas de 8 a 24 años en Latinoamérica durante el confinamiento, recogiendo tres mil 965 respuestas de 16 países y México representó el 59.1 por ciento de las respuestas.
“Se encontró un patrón consistente a lo largo de los resultados. En general, las mujeres siempre punteaban más en todas las medidas de estrés”, señaló Ulloa y agregó que las mujeres reportaron mayores niveles de ansiedad ante la posibilidad de enfermarse y el estrés por perder contacto con amigos.
Según los estudios, el uso de sustancias aumentó entre los adultos jóvenes y las autolesiones no suicidas fueron más comunes en adolescentes; mientras que en otro estudio sobre patrones de ansiedad y depresión en México, se detectó casi un 50 por ciento de prevalencia de estos trastornos durante el primer año de la pandemia.
Patricia Zavaleta, también del Hospital Psiquiátrico Infantil, se encargó de elaborar un estudio sobre la prevalencia de autolesión no suicida en urgencias de 2019 a 2021, y observó que de los casi 10 mil casos reportados, el 25 por ciento mostró signos de autolesión, con la mayoría siendo mujeres adolescentes.
“Los métodos de lesiones también cambiaron: bajaron los cortes y subieron los autogolpes casi al triple en los años de pandemia,” precisó Rosetti, y agregó que los datos subrayan la importancia de abordar los efectos a largo plazo de la pandemia en la salud mental de los jóvenes y la necesidad de estrategias de intervención efectivas.
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