Como usted guste, presidente Trump

Trump (o “Trun”, como le dice AMLO) logró mejorar su imagen electorera, aunque sabía que en el Senado tendría oposición en el tema arancelario no sólo de demócratas, sino de senadores de su propio partido, que no apoyaban la medida, dañina para ambas economías, no solo la mexicana. Igualmente, una decisión judicial federal lo hubiera parado en seco.


AMLO y Trump


Si no fuera porque gran parte de la población se da cuenta de que Donald Trump se salió con la suya, diríamos que la festinación de Andrés Manuel sería “el gran engaño”. Pero no, el hecho de que el presidente estadounidense consiguió lo que quería y más, y que el gobierno mexicano concedió todo lo públicamente pedido, es del dominio ya no sólo nacional, sino internacional.

Puede AMLO decir lo que desee, respaldado por sus segundos y sus corifeos, pero lo que hizo Trump fue un descarado chantaje: o me controlas la inmigración ilegal dentro de México, y te ocupas de los rechazados, o te pongo aranceles iniciales del 5% a todo lo importado de México, y si sigues sin cumplir, lo subo un tanto más al mes hasta llegar a 25%.

Lo único que presume y por lo que se congratula AMLO es que se evitaron graves daños a la economía mexicana. Es decir: nos libramos del chantaje de Trump… pero por ahora, nada más. Una vez que consiguió compromisos mexicanos a sus demandas, Trump suspendió “indefinidamente” su amenaza, no definitivamente, sólo por unos tres meses. Dentro de 90 días, volverá a revisar lo hecho por México respecto a los migrantes centroamericanos, cubanos y de otras naciones, para ver qué hace o deja de hacer respecto a los aranceles, o lo que entonces se le ocurra.

Desde su llegada al poder federal, el gobierno morenista de AMLO dio todas las facilidades posibles a los centroamericanos, en espacial a los hondureños (mayoría), para que entraran a México camino a los Estados Unidos. Y ello se convirtió en una invitación, que trajo al país caravanas de migrantes que entraron legal e ilegalmente, violando las leyes migratorias mexicanas. Se le hicieron múltiples advertencias, pero cayeron en oídos sordos.

AMLO ofreció a los centroamericanos lo que no ha dado a millones de sus connacionales, como dinero, atención médica, alojamiento, educación y trabajo (con visas). Les dio o facilitó transporte hasta la más lejana frontera, Tijuana, y convirtió esa ciudad en un caos, reclamado por sus habitantes. Y ahora, se comprometió a recibir a los migrantes expulsados que estén en espera de la resolución de sus solicitudes de asilo en Estados Unidos, proceso que llevará meses. Y no existen en la frontera mexicana, en particular en Tijuana, ni instalaciones, ni personal, ni medios para poder alojar, alimentar y cuidar a miles de migrantes en espera de su asilo. Una locura, que, además, se revisará en cumplimiento en cuarenta y cinco días.

Sí, el chantaje descarado le dio a Trump lo que deseaba, y además, le significará intenciones de voto para su postulación a ser reelegido. Y no sólo es cuestión de que México reduzca el flujo de migrantes, aún antes de que pasen la frontera sur mexicana, evite que pasen o intenten pasar ilegalmente nuestra frontera norte, sino que en sus mensajes de Twitter digan que logró otros compromisos de México.

Y lo peor, que deja Trump bien claro, es, además de que México se comprometió a comprar más productos agrícolas a Estados Unidos, que hay otros logros que en las primeras horas dijo daría a conocer después. Ante esta aseveración, el gobierno morenista ha guardado silencio.

Volviendo a la actitud de AMLO, es que está muy contento de que a partir del 10 de junio no se apliquen los aranceles generales del 5% a lo importado desde México. En realidad, está celebrando que Trump sometió a su gobierno al chantaje amenazador. Todo esto es muy preocupante, pues ya Trump logró someter al gobierno mexicano a caprichos, lo que puede llevar a nuevos chantajes cuando le pegue la gana, sobre el mismo u otros temas, como la firma del nuevo tratado trilateral comercial que está por ser aprobado en las tres naciones firmantes.

Trump (o “Trun”, como le dice AMLO), logró mejorar su imagen electorera, aunque sabía que en el Senado tendría oposición al tema arancelario no sólo de demócratas, sino de senadores de su propio partido, que no apoyaban la medida, dañina para ambas economías, no solo la mexicana. Igualmente, una decisión judicial federal lo hubiera parado en seco.

Y este asunto del control migratorio en México al servicio de los Estado unidos y de los chantajes de Trump, no se ha acabado, habrá que ver qué más fue firmado para efectos públicos y qué otros compromisos quedan bajo el agua por ahora. Esto de los acuerdos o compromisos secretos, es práctica común en la “diplomacia” internacional.

Esperemos que los compromisos abiertos y secretos se cumplan por el gobierno mexicano, de la mejor manera, con los menores costos políticos y fiscales a desembolsar para atender a los migrantes retenidos en México, no vaya a ser que tres meses después, Trump vuelva a la amenaza de imponer aranceles a lo importado desde México. O lo que se le ocurra.

 

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