La falta de seguridad social de la población de 65 años y más, es un problema que amenaza la sobrevivencia de un número cada vez mayor de personas que viven en América Latina.
Actualmente en Latinoamérica aproximadamente 4 de cada 10 personas de 65 años y más carecen de seguridad social, afirmó Sandra Huenchuan Navarro, de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en México, y advirtió que en la región la población está envejeciendo de forma acelerada lo que representa un riego para el bienestar de muchos adultos mayores.
Destacó que los países de la zona con muy baja cobertura en seguridad social son: Colombia con 26 por ciento; Guatemala, con 19 por ciento y Honduras con 10 por ciento.
Al participar en el seminario “Los derechos humanos de las personas adultas mayores en México”, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, Huenchuan Navarro dijo que es un reto central llevar a la práctica la protección de los derechos de esa población en un contexto de elevada desigualdad, y recordó que están por cumplirse cuatro años de la Convención Interamericana de Derechos de las Personas Mayores, gracias a la cual se resguarda el derecho a la vida y la dignidad en la vejez; a la independencia y la autonomía; y a los cuidados de largo plazo, además de establecerse cuáles son las obligaciones del Estado.
Por otra parte, Verónica Montes de Oca, coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario de Envejecimiento y Vejez, resaltó la importancia de hablar de los cuidados de largo plazo como una responsabilidad de Estado.
Reto multidimensional
La Seguridad Social es un sistema público que tiene como objetivo asegurar a la población una serie de prestaciones mínimas que la proteja en caso de necesidad, como puede ser una enfermedad, ante la situación de desempleo o ante la jubilación.
Este tema se ha convertido en prioritario de atender en todo el mundo considerando que, a escala mundial cada segundo dos personas cumplen 60 años, lo que significa que anualmente casi 58 millones de personas llegan a esta edad, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
A fin de que cada vez un mayor número de personas adultas mayores cuente con una cobertura de seguridad social, distintos organismos tanto en México como en el mundo, buscan hacer conciencia entre la población como entre las autoridades de lo que implica envejecer y la importancia del ahorro para el retiro, así como de contar con seguridad social en esa etapa de la vida.
Entre más edad alcanza la gente, sus necesidades de protección se incrementan en diversos ámbitos como son su salud, atención, cuidados y manutención. En México, se calcula que la razón de dependencia de las personas mayores aumentará en el 2050 a 26 adultos mayores dependientes por cada 100 en edades laborales, señalan datos de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore).
En nuestro país, la población adulta mayor (65 años o más) es de poco más de 8 millones de personas. Proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) estiman que para el 2050 esta población aumentará a 24.4 millones; en términos relativos, la proporción de este grupo etario crecerá de 7.2 a 16.2 por ciento.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2014 los adultos mayores en condición de pobreza en México, era el 27 por ciento de la población de 65 años y más, es por ello que el retiro laboral en México no es sinónimo de pensión para muchos, ya que requieren continuar laborando para generar ingresos para vivir. Además, el organismo estima que 85 por ciento de las personas mayores que aún trabajan no cuentan con ningún tipo de pensión ni ayuda de programas gubernamentales.
Ante el rápido envejecimiento de la población y las dificultades a las que la gente se va enfrentando económicamente en esta etapa de su vida, es necesario robustecer el sistema de pensiones actual para mejorar los montos y cobertura de las mismas. En el mundo está aumentando la conciencia de que las personas de 65 años y más necesitan vivir con dignidad, con respeto a sus derechos humanos y con la seguridad económica de que cuando no pueda valerse por sí mismos contará con un respaldo social.
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