“El rol de la prensa no es solo criticar, es construir, construir. A veces a través de la crítica, a veces a través de desarrollar una cosa buena, elogiar una toma de decisión buena, a veces llamando la atención sobre una cosa, sin criticar, ‘pero cuidado con esto’. Es construir, construir. La prensa debe construir”, nos recuerda el papa Francisco en su reciente entrevista con Valentina Alazraki.
Yoinfluyo nació hace 16 años, el Internet comenzaba a tener una cierta penetración en la vida social. No existían las redes sociales, el mail era el canal más común, pues los sistemas de mensajería instantánea como ICQ no servían para propósitos de periodismo o comunicación.
La tecnología y los medios fueron evolucionando, pero esta evolución no se reflejó necesariamente en un mejor periodismo, ni en estar más comunicados.
Como medio, hemos transitado etapas que han llevado a visualizar un cambio cultural patente, que no siempre ha sido bien aprovechado por los medios, por los periodistas y por la misma sociedad consumidora de contenidos.
Las fake news son parte cotidiana de nuestro convivir, las verdades a medias que desprestigian desde al Papa hasta al compañero de escuela, se han instalado como una forma de coexistir y de nutrir nuestras propias redes personales para conseguir más likes, más posicionamiento entre nuestros contactos, sin medir las consecuencias de esta falta de ética.
El anterior fenómeno mencionado se da por “…la desinformación y la distorsión consciente y planificada de los hechos y de las relaciones interpersonales que a menudo asumen la forma del descrédito”, como señala el mensaje del Papa Francisco titulado “De las comunidades en las redes sociales a la comunidad humana”, con motivo de la LIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
Este domingo 2 de junio se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que debería recordar a todo medio y periodista, la trascendencia de su misión y vocación en la construcción de comunidad. En palabras del papa Francisco, “cuanto más cohesionada y solidaria es una comunidad, cuanto más está animada por sentimientos de confianza y persigue objetivos compartidos, mayor es su fuerza. La comunidad como red solidaria precisa de la escucha recíproca y del diálogo basado en el uso responsable del lenguaje”.
En Yo Influyo estamos conscientes de que, como cuerpo social, nos necesitamos unos a otros, de allí la exigencia de actuar y decir la verdad, de poner por encima de todo la realidad, no la ficción; de construir y no de dividir, por lo que nos sumamos al mensaje promovido en esta Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que nos lleva a producir contenidos cuya finalidad sea propiciar que la sociedad que nos lee sea motivada a moverse del “like”, al “amén”.
Es responsabilidad de los medios y, particularmente así lo asumimos en este medio, acercar a nuestros lectores a historias, experiencias, informaciones, de todo tipo y naturaleza, para que juntos, cada quien en la medida de sus posibilidades, de sus circunstancias, de sus conocimientos, nos unamos para resolver, actuar solidariamente, redescubriendo lo que nos une y resolviendo lo que nos divide.
El “like” nos lleva a compartir un contenido superficialmente, verlo desde fuera, visualizarlo como una situación o una problemática de “otros”.
El “amén” nos lleva a querer actuar sobre una situación en particular, para aportar nuestro granito de arena en la resolución del problema o en la mitigación del mismo.
Por ello, semanalmente presentamos contenidos que muestran realidades sociales que nos interpelan, historias de personas que tienen necesidades concretas, niños que no tienen un hogar, fundaciones que se vuelcan a la educación de los más desprotegidos.
En cada uno de nuestros contenidos incluimos los contactos para que nuestros lectores y la sociedad civil en general tengan forma de dar ese paso, del “like” al “amén”, para ayudar a “construir, construir” juntos.
En Yo Influyo reiteramos nuestro compromiso con la verdad y el fomento de la solidaridad para la construcción del bien común.
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