Quien sufre de vigorexia es una persona insatisfecha con su propio cuerpo, que se ve demasiado delgada y busca con el ejercicio adquirir el volumen deseado.
Es un trastorno mental que se caracteriza por la obsesión por ganar masa muscular; se asocia al ejercicio compulsivo de levantamiento de pesas y alteraciones alimentarias, repercutiendo negativamente en las relaciones personales de los afectados, así como su salud mental y física.
Sus causas son diversas ya que tiene profundas raíces culturales, que se han agudizado en las últimas décadas, debido principalmente a que los medios de comunicación publicitan imágenes de personas atléticas y musculosas como ídolos a seguir.
La vigorexia es mucho más frecuente en hombres que en mujeres, se estima que el 80% de los casos son de género masculino, aunque el número de mujeres también va en aumento.
Las personas con dismorfia muscular llevan a cabo un programa de entrenamiento que se caracteriza por una intensidad constante y una gran dureza. Este estilo de vida termina convirtiéndose en obsesión, implica un distanciamiento de las labores cotidianas, incluyendo, muchas veces, el abandono del trabajo o de las relaciones sociales.
Comparto contigo algunas pautas para prevenir que jóvenes y no tan jóvenes caigan en este trastorno mental:
– Practicar ejercicio físico a través de actividades de grupo y divertidas, en lugar de ir al gimnasio todos los días solos.
– Se aconseja siempre la supervisión de un entrenador profesional para la realización de un programa de ejercicios.
– Realizarse exámenes físicos para conocer el estado de salud, y adaptar los ejercicios a las necesidades de cada uno. Detener el ejercicio cuando se presente fatiga o dolor muscular.
– Evitar la sobreexposición a ciertos contenidos de internet y las redes sociales, como aquellos que promueven los esteroides.
– Realizar otras actividades que no sean nocivas para su cuerpo.
Como padres de familia te invito a educar a nuestros hijos en valores, que no se convierta su cuerpo en la base para tener una sana autoestima. Somos seres integrales constituidos de cuerpo, mente y espíritu. Busquemos una armonía en nuestra vida.
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