Que no nos dé pena ser los guardianes del corazón de nuestros hijos.
En la actualidad es más difícil que nuestros hijos tengan un corazón limpio y sin apegos materiales, por eso nosotros, como papás, debemos estar al pendiente y cuidar muy bien el corazón de nuestros hijos, por eso aquí te dejo mis 5 Tips para lograrlo.
Primero. Cuida que ven tus hijos. En nuestros días la mayor influencia para nuestros hijos la ejercen los medios masivos de comunicación y las redes sociales.
Es por esto que debemos estar muy atentos a lo que ven nuestros hijos, ya sea por la TV, como en el internet y las redes sociales.
Las publicaciones impresas son también una amenaza, pero gracias a Dios están más controladas y otro punto de gran cuidado son los libros de texto que no son para niños y que ahora, traen imágenes muy gráficas que no dejan nada a la imaginación y que contaminan el corazón de nuestros hijos.
Y no me refiero sólo a los niños, también es necesario cuidar a nuestros adolescentes y jóvenes, ya que las imágenes que ahora usan para la promoción de algunos productos o servicios también pueden llegar a perturbarlos a ellos y hasta a nosotros.
Segundo. Estate atenta a lo que escuchan. Es muy difícil controlar todo lo que rodea a nuestros hijos, pero si podemos conocer la música que oyen. Ahora la música es muy explícita también y mina la conciencia de nuestros hijos, por ejemplo, el reggaetón, que es una música altamente cargada de contenido sexual y de violencia.
El corazón de nuestros hijos es muy sensible y se va lastimando poco a poco, y nosotros debemos intentar resguardarlo lo más posible, porque es su lugar íntimo, ahí donde sólo Dios y su conciencia pueden estar.
Tercero. Cuida sus amistades. Otro punto importante es cuidar las amistades de nuestros hijos, porque ellas tienen gran influencia en sus gustos y decisiones.
Los amigos pueden ayudarnos a acercar a nuestros hijos a Dios o pueden alejarlos por completo de él.
Es necesario conocerlos y para esto es bueno que nuestros hijos los inviten seguido a la casa, así podemos convivir y conocerlos.
Cada familia es diferente y sus costumbres son diferentes también, pero es necesario que tengan en común, por lo menos los valores trascendentes y la fe, para que la amistad, apuntale la formación de nuestros hijos.
Cuarto. Acércalos a la vida de los santos. En ellos pueden tener ejemplos de vida, modelos a seguir. Es necesario que conozcan su vida y que convivan con ellos por medio de las devociones.
Así que es bueno comprarles libros donde puedan leer la vida del santo, películas que les ayuden a los pequeñitos a comprender lo que hizo el santo en vida, alguna oración para que esté cerca del santo constantemente y de ser posible, llevarlos a conocer una imagen para que esa amistad tenga cara y sea más fácil que se identifiquen con el santo.
Y quinto. Que tengan una vida espiritual activa. El antídoto o la vacuna contra los males del mundo y contra las ideologías que nos quiere imponer la sociedad es tener una vida espiritual y de oración activa, es decir, que tengan una relación con Dios intensa.
No quiere decir que esto les evite caer en las tentaciones y que los vuelva inmunes al pecado, pero si los hace más fuertes y les ayuda a resistir y mantener su corazón desapegado de estas cosas.
La asistencia a misa lo más seguido posible, acerca a los sacramentos, la vida de oración ayuda mucho para tener una relación cercana con Dios y para acoger la fe en el corazón.
Que no nos dé pena ser los guardianes del corazón de nuestros hijos.
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