En la medida en que los derechos humanos sean respetados por las autoridades, la inseguridad, la violencia, la impunidad, la corrupción, la desigualdad y la pobreza irán a la baja. Por eso la existencia de la CNDH es básica en la vida democrática de México y requiere del respeto y respaldo del Estado.
Cuando alguien tiene poder o un cargo público se enfrenta a la tentación de pasar sobre los derechos y dignidad de los demás escudándose impunemente en el puesto que ostenta, por ello son necesarias normas, instituciones y la figura jurídica encargada de vigilar el cumplimiento de la ley además de defender a quienes han visto vulnerada su integridad.
Todas las personas nacemos con la misma dignidad y tenemos el mismo valor como seres humanos, sin embargo, hay quienes a pesar de ello han sufrido vejaciones por parte de algún funcionario público que lastimaron y marcaron profundamente su vida, por lo que resarcir el daño que alguien más le causó aminora de alguna manera el perjuicio sufrido.
Actualmente en el mundo se ha vuelto común hablar del respeto a los derechos humanos y México no es la excepción, desde el siglo pasado se realizaron importantes esfuerzos en nuestro país para conformar reglas e instituciones que buscaran equilibrios de la relación entre el poder público y la libertad individual, a fin de inhibir acciones de abuso por parte de los funcionarios de gobierno.
El 6 de junio de 1990 fue creada por decreto presidencial la Comisión Nacional de Derechos Humanos como un órgano desconcertado de la Secretaría de Gobernación, y no fue hasta una reforma constitucional en 1999 que este Organismo Nacional se constituyó como una institución con plena autonomía de gestión y presupuestaria, modificándose la denominación de Comisión Nacional de Derechos Humanos por la de Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Con esta reforma al Ombudsman (defensor ciudadano) en México se le permitía cumplir con su función de proteger y promover los Derechos Humanos de todos los mexicanos. Entre las condiciones que debe cumplir quien ocupa este cargo es ser una persona apolítica y apartidista a fin de velar solo por los intereses ciudadanos sin que existan intereses de algún grupo que acote sus decisiones.
La CNDH es un organismo autónomo y está dentro de las instituciones que recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador ha criticado. Ante ello el titular del organismo, Luis Raúl González Pérez, ha sostenido que “los organismos autónomos son contrapesos sanos en las administraciones públicas y deben gozar de autonomía para que puedan estar exentos de cualquier presión, incidencia e intervención de poderes públicos, privados o fácticos”.
En busca de justicia
Los programas de atención de la CNDH a la población se dividen en diversos rubros: agravio a periodistas y defensores civiles; asuntos de la mujer y de igualdad entre mujeres y hombres; asuntos de la niñez y la familia; atención a migrantes; atención a víctimas del delito; dirección general de atención a la discapacidad; personas desaparecidas; pueblos y comunidades indígenas; contra la trata de personas, y sexualidad, salud y VIH.
Después de que los ciudadanos denuncian ante este órgano autónomo alguna trasgresión de funcionarios públicos a sus derechos humanos como el uso excesivo de la fuerza, detención arbitraria, retención ilegal, actos de tortura, inadecuada atención médica, la no aceptación a la educación, discriminación o desplazamientos forzados en diversas comunidades el organismo valorar, emite una recomendación, realiza pronunciamientos o manifiesta acciones de inconstitucionalidad a fin de que se ejerza justicia contra los denunciados y de alguna manera sea resarcido el daño de los agraviados.
Este organismo autónomo que carece de poder coercitivo, pero tiene autoridad moral, interviene para buscar un arreglo entre las autoridades y el quejoso, que en la mayoría de los casos procura sea de manera amistoso, pero de no lograrse emite una recomendación, la cual no tiene un carácter obligatorio para la autoridad.
Sin embargo, el Ombudsman que está al frente de la CNDH y es observante de la situación que el país guarda en esta materia, ofrece una radiografía a las autoridades de más alto nivel, incluido el presidente de la República, de los retos en derechos humanos sobre los que las autoridades federales deben trabajar a fin de asegurar a la población un marco de justicia, legalidad y paz.
Cualquier persona que considere que sus derechos humanos han sido vulnerados por alguna autoridad federal, puede presentar una queja ante la CNDH, institución que presta de manera gratuita todos sus servicios. Éstos son los pasos para realizar una queja en esta instancia:
1. Presentar por escrito en las instalaciones de la CNDH, vía correo electrónico o fax la queja.
2.- Dirigir el escrito a la CNDH o a su presidente y solicitar expresamente la intervención de este organismo. Además, debe estar firmada o presentar huella digital del interesado.
3.- Contener los datos mínimos de identificación, como son: nombre, apellidos, domicilio y teléfono.
4.- Narrar los hechos y establecer el nombre de la autoridad presuntamente responsable.
5. Si es posible presentar todos los documentos que comprueben la violación a los derechos humanos.
El respeto de los funcionarios públicos a los derechos humanos es fundamental que el gobierno actúe con legalidad, justicia e igualdad. La CNDH como un organismo autónomo e independiente del gobierno representa un importante contrapeso que con las observaciones y recomendaciones coadyuva a las autoridades a cumplir cabalmente con sus obligaciones de actuar con justicia y construir bien común en el país.
Consulta la página de la CNDH en la siguiente dirección, desde la cual también puedes realizar quejas por violaciones a los derechos humanos por parte de funcionarios públicos. http://www.cndh.org.mx/
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