Las campañas viven de “momentos”. Tener “buenos momentos” es todo en una lid electoral porque eso significa que las cosas te salen bien, que el viento sopla a tu favor, que aventajas a tu competencia en percepción positiva y que te acercas decididamente al triunfo. Por el contrario, tener un “mal momento” es una pésima señal porque es exactamente todo lo contrario: nada sale bien, te equivocas constantemente, tu equipo comete errores y la campaña se convierte en una pifia a la vista de todos; la mala suerte, la sombra negra te persigue y tu derrota parece ser un camino inevitable.
Hay eventos que te marcan. El Estadio Azul de Josefina Vázquez Mota es un evento icónico en este sentido. Mientras la entonces candidata a la Presidencia hablaba, la gente comenzó a abandonar el estadio hasta dejarlo vacío. Las fotos, las imágenes fueron demoledoras y marcaron esa campaña. Josefina terminaría en tercer lugar. Veinte años después sigue siendo el referente público de una campaña que empezó mal y terminó peor. Hace unos meses Claudia Sheinbaum quiso hacer un evento en el Estadio Azul. No fue casi nadie y decidió no salir al escenario. No le pasó gran cosa, pero todo parece indicar que ese evento marcó su relación con Clara Brugada y los radicales de su partido, que de esa manera, con un estadio vacío, decidieron bajar de la contienda interna a García Harfuch.
Lo sucedido este fin de semana deja claro que Clara Brugada, la candidata de Morena a gobernar la CDMX, está en mal momento. Nada le ha salido bien. Trae “el santo volteado”, como dirían por ahí. Primero, Sheinbaum se le impuso con un evento de arranque y ella tuvo que esperar a hacer el suyo un día después. Para colmo, el evento de Claudia en el Zócalo fue un fracaso por dos momentos que serán inolvidables en esta campaña que acaba de comenzar. Uno, cuando la candidata presidencial dijo “que siga la corrupción”, a manera de arenga, y dos, cuando hubo un intento de abrazo, empujón, tango o lo que sea entre Sheinbaum y Brugada, algo verdaderamente penoso. Eso no fue todo. Al día siguiente Clara Brugada tenía su evento de arranque en el Auditorio Nacional. Poco antes de que iniciara lucía semivacío el lugar y nada más se llenó la parte de abajo. Trae “mal momento” Brugada.
Por el contrario, en la CDMX quien trae “buen momento” es Santiago Taboada. Al panista le salen bien las cosas, las encuestas lo traen subiendo, sus eventos lucen, le va bien en las entrevistas, el ambiente está a su favor. Taboada está en buen momento. Su foco estará ahora en mantener su buen momento y provocar los malos de Brugada.
Como veremos a lo largo de este proceso en el que se desenvuelven quienes nos quieren gobernar, todo consistirá en si pueden superar sus “malos momentos” o si éstos son definitorios. Lo sabremos en unas semanas.
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