Tras la publicación de la Declaración Fiducia Supplicans, al papa Francisco se le vino el mundo encima, acusándolo de proponer precisamente lo contrario de lo que el papa quiere y está escrito en la Declaración. Y las críticas, muchas de ellas verdaderos ataques a Francisco, no han dejado de publicarse. Y la verdad esto no lo puedo entender. Salvo que sean para muchos que no lo quieren y hasta lo detestan e injurian, oportunidades para atacarlo. Pero, debo insistir, lo hacen acusándolo de proponer precisamente lo contrario de lo que la Declaración dice.
Al papa se le acusa de permitir que se bendiga a las parejas de homosexuales por su condición de pecado, diciendo que “se bendice el pecado” (horror, ¿no saben leer o no tienen capacidad de comprensión de lectura?) Pero la misma Declaración explica exactamente lo contrario, que se puede bendecir al pecador, pero NO la situación de pecado, el pecado mismo.
El problema nace de la forma de frasear el tema, mencionando que se puede bendecir a las parejas de homosexuales. Pero el papa se ha cansado de insistir en que se les puede bendecir como individuos. En mi opinión, en la Declaración se usó un lenguaje inadecuado, que debió usarse el término específico de individuos. Pero los que se desgarran las vestiduras y acusan al papa de lo que NO propone y lo acusan hasta de ser anticristo y cosas semejantes, algo que han hecho sus detractores desde hace años.
Si leo o releo el texto de la Fiducia Supplicans, veo que lo que dice es perfectamente claro, y por eso no puedo entender que personas “de sapiensa” y en altos cargos dentro de la misma Iglesia, insistan en asegurar que la Declaración dice lo que NO dice. Como he dicho, no lo entiendo, cómo pueden cometer semejantes interpretaciones cuando el texto es perfectamente claro. Hasta me da la impresión de que no la han leído o si lo han hecho no la han reflexionado o lo han hecho con graves prejuicios que les obnubilan.
Cuando un obispo dice que no acepta lo que según él dice la Fiducia Supplicans, está mintiendo, sea por error de lectura o animosidad o hasta por mala fe anti Francisco. No puedo, como muchas personas que conocen la declaración, aceptar los ataques al papa, eso a pesar de las veces que el propio papa y otras personas aclaran lo que es una bendición y a quiénes se les puede dar: ¡a todos! Aún explicaciones tan elementales como la de la bendición al final de una misa, de cada misa, que se da a todos los presentes, independientemente de su condición de pecado que puedan tener.
La obsesión de acusar a Francisco curiosamente ignora la frase inmediata anterior a la de las parejas de homosexuales, de eso no dicen nada, o al menos si alguno lo ha dicho yo no lo he visto, sobre la bendición a quienes viven situaciones irregulares de concubinato. Esta observación, me da también motivos para pensar que de lo que se trata es de atacar a Francisco.
Los críticos y enemigos de Francisco se concentran en una sola frase de la Fiducia Supplicans, y simplemente no hacen caso ni dicen nada sobre el resto del documento, sobre la importancia de las bendiciones en la Iglesia. Quieren desaparecer todo el documento por dicha frase sobre las parejas de homosexuales y no dicen nada, pero nada del resto del documento. Por esto veo unas cuantas motivaciones para los ataques al Papa Francisco por la Fiducia Supplicans: o no la leyeron y “hablan de oídas”, o no son capaces de entender lo que leen, o lo tuercen por tener la mente torcida, o por ignorancia sobre lo que es una bendición, o por darse una oportunidad de atacar y difamar a Francisco. ¿O hay alguna otra motivación, aceptable o no?
Seguirá Francisco insistiendo en lo que son las bendiciones, y de cómo se pueden dar a cualquier persona, precisamente por lo es una bendición, y que en el caso de los homosexuales se puede bendecir a los individuos, incluyendo también a los concubinos, o a cualquier otra persona, independientemente de sus pecados o situación pecaminosa. Puso hace días el Papa el argumento de que nadie se muestra escandalizado si se bendice a un empresario que explota a sus trabajadores, mientras lo hacen si se bendice a un homosexual que vive en pareja. Y ha insistido y vuelto a insistir en que se bendice al pecador pero NO al pecado, y que este siempre será rechazado por el cristianismo como forma de vida.
Y vuelvo al principio, atacan sus detractores a Francisco al decir que él publicó exactamente lo contrario del texto, de lo que le acusan no tiene sentido, hay que leer el texto, es MUY, pero muy claro; decir que lleva a confusión no tiene fundamento. Y muchas personas sin cultura catequística elemental y sin haber leído la Fiducia Supplicans corean los ataques, sobre todo los que vienen de algunos sacerdotes y obispos. Y si éstos insisten en atacar al Papa por lo que NO ha publicado, hacen un grave daño a la Iglesia. Y de paso contrarían lo que Jesús prometió para siempre, la iluminación del Espíritu Santo a su Iglesia y a quien haya sucedido en el papado a San Pedro.
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