El próximo 20 de febrero será una fecha de gran importancia para los casi doce millones de mexicanos residentes en los Estados Unidos.
Y es que el 20 de febrero se vence el plazo que ha puesto el Instituto Nacional Electoral para que nuestros compatriotas que residen en el vecino país se registren como votantes.
Se calcula que en el extranjero hay menos de millón y medio de mexicanos con credencial de elector.
Pues bien, poco más de diez días tienen los mexicanos residentes en los Estados Unidos para registrarse como votantes; y, una vez que lo hayan hecho, podrán ejercer su voto en 23 consulados.
Ante los cada vez más próximos comicios para elegir al futuro Jefe del Estado Mexicano, sería conveniente que esos millones de compatriotas residentes al otro lado de la frontera tomasen conciencia de la importancia que tiene su voto.
Una importancia que puede ser decisiva puesto que, en un momento dado, doce millones de mexicanos pueden inclinar la balanza en cualquier elección.
Si acaso no votasen los doce millones y tan solamente lo hiciera la mitad, no nos cabe la menor duda de que seis millones votando en un mismo sentido pueden decidir el resultado de la elección.
Y si no votasen más que tres millones, esa cantidad tendría también una gran importancia.
Esa es la razón por la cual millones de nuestros compatriotas que viven allende las fronteras deben tomar conciencia de que pueden decidir cuál será el destino del país que les vio nacer.
También deben tomar conciencia de que –a pesar de vivir en otro país- es mucho lo que están haciendo por México puesto que la gran cantidad de remesas que envían anualmente (más de 60 mil millones de dólares en 2023) quizás supere a los ingresos que México recibe por vía del turismo.
Y es que el turismo, debido a la inseguridad causada por el crimen organizado, ya no ofrece aquellas millonarias cantidades que ofrecía hace apenas una década.
Esa es la razón por la cual hay que aplaudir la fidelidad que sienten por tu tierra natal esos millones que no solamente no olvidan a México, sino que contribuyen generosamente a su desarrollo.
Así pues, resulta falso el argumento según el cual el mexicano pierde su derecho al voto porque abandonó el país.
Más bien habría que analizar cuáles fueron las causas que lo obligaron a dejar su familia, sus propiedades, sus amigos y su terruño.
Es muy probable que al abandonar tierra y familia lo que esté manifestando sea una protesta muda en contra de las torpes políticas que arruinaron la economía nacional empujándolos al destierro.
Por eso, porque tienen derecho a interesarse por el futuro del país y porque su poderosa ayuda económica no es despreciable, esos millones de mexicanos tienen no solamente el derecho sino también el deber de participar emitiendo su voto.
Ahora bien, si están decididos a votar con miras a mejorar la situación de México, deben de ser prácticos empezando por el principio.
Y el principio no es otro que registrarse en el consulado más cercano, gestionar su INE o sea su credencial de elector y estar atentos al desarrollo de las campañas para ver cuál es el candidato que ofrece las mejores soluciones.
Recuerden que el plazo límite para registrarse es el 20 de febrero.
No lo olviden pues –si no se registran- todas sus quejas y malos humores serán algo tan inútil como echar agua en el mar.
Aquí lo verdaderamente práctico y que ofrece resultados es tener la credencial de elector y ya con ella en la mano acudir al consulado manifestando con su voto cuál es el México que desean.
Y lo que hemos dicho para los mexicanos de allá vale también para los mexicanos de acá.
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