Aparte de los programas pro aborto a nivel mundial, Estados Unidos destina cerca de 9 millones de dólares en programas de salud global.
El gobierno de Estados Unidos anunció que a partir de esta semana endurecerá sus medidas en torno a las organizaciones que promueven e inducen el aborto en el extranjero. Esto será a través de la denominada “Política de la Ciudad de México” que prohíbe dar recursos federales a organismos que fomentan dicha práctica.
Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, señaló durante el anuncio de esta medida que “el pueblo norteamericano puede estar seguro que esta administración hará todo lo que podamos para cuidar los dólares de los contribuyentes así como para proteger y respetar la santidad de la vida de la gente en todo el mundo”.
Señaló que, por tal motivo. “continuaremos negándonos a brindar asistencia a las ONG extranjeras que realizan o promuevan activamente el aborto como un método de planificación familiar”.
Con este anuncio el gobierno de Donald Trump endurece y amplía una de sus primeras medidas que tomó a su llegada a la Casa Blanca en 2017, ya que ahora queda prohibido no solo que las organizaciones financiadas por EE. UU. fomenten o practiquen el aborto ellas mismas, sino que apoyen a otros grupos que respalden o realicen esta práctica.
Por ello, uno de los organismos internacionales más afectados será la Organización de los Estados Americanos (OEA), y de acuerdo con palabras del secretario de Estado, es una respuesta al lobby a favor del aborto que promueve la OEA, por lo que no se dará apoyo a grupos extranjeros que se dediquen a practicar y promover el aborto, tales como Planned Parenthood, Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
Además, Pompeo subrayó que antes que promover el aborto, los estados americanos deberían estar preocupados y atendiendo las necesidades reales de países como Cuba, Venezuela o Nicaragua.
El secretario de EU aseguró que el dinero que se destine a la OEA se verá reducido, sin embargo, se seguirá cumpliendo con las metas que se tienen de salud a nivel global, incluyendo “el cuidado sanitario de las mujeres, mientras se rechaza el subsidio del asesinato de bebés por nacer”.
Pompeo explicó que desde que el gobierno de Trump activara la “política de Ciudad de México” en 2017, la “vasta mayoría” de organismos promotores del aborto acordaron dejar de hacerlo para seguir recibiendo fondos.
Este decreto fue promulgó por primera vez en 1984 por el entonces presidente republicano Ronald Reagan, durante una conferencia de Naciones Unidas en la capital mexicana; por eso también se le conoce como la política de Ciudad de México. Dicha medida fue revocada durante la administración de Bill Clinton, posteriormente se implementó de nuevo con George W. Bush, para ser removida por segunda ocasión en la administración de Obama.
Tras las declaraciones de Mike Pompeo, la plataforma Citizen Go lanzó la petición de agradecimiento “¡Gracias por frenar al lobby abortista en la OEA!” dirigida al secretario por “no financiar la muerte”, ya que indicaron que “el aborto no es salud; es muerte. Y no es una solución, es un fracaso” y al momento ya reúne 4 519 firmas.
Con información de AciPrensa y BBC.