Francisco señaló que el Evangelio nos da los antídotos más radicales y profundos para defendernos y sanar de la enfermedad del individualismo.
Durante su visita sorpresa a la Pontifica Universidad Lateranense de Roma, el Papa Francisco dirigió una meditación en la que alertó sobre el individualismo y el invierno demográfico.
Durante el encuentro con la comunidad educativa, Francisco alertó sobre “la presión que recibimos continuamente para vivir en un individualismo cómodo y avaro, todos nosotros, preocupados solo por nuestro propio bienestar, nuestro tiempo libre y la realización personal”.
En ese sentido, el papa mencionó que hay un punto que le preocupa y hace sufrir: “Nuestro invierno demográfico. El invierno demográfico que todos sufrimos hoy es precisamente el efecto de este pensamiento único y egoísta, dirigido solo a uno mismo, que sólo busca ‘mi’ realización”.
Ante ello recordó que “el Evangelio nos da los antídotos más radicales y profundos para defendernos y sanar de la enfermedad del individualismo”.
Con base en el texto bíblico del profeta Daniel, en el que tres jóvenes –Ananías, Azarías y Misael– son arrojados al fuego por no adorar una estatua de oro, el papa Francisco destacó “la determinación de ser fieles a Dios y de preservar su libertad, de hecho, los expone al martirio, como sucede hoy en día a los cristianos, en algunas partes del mundo”.
Aseguró que “también nosotros vivimos un contexto cultural marcado por un pensamiento único”, que “envuelve y adormece con su abrazo mortal y quema todas las formas de creatividad y pensamiento divergente” por lo que invitó a caminar “con las raíces en Jesús y su Evangelio”.
Posteriormente, el Papa exhortó a los universitarios para que su camino académico no signifique un aislamiento, sino más bien, vivirlo con conciencia crítica y capacidad de discernimiento” para contribuir a la vida cultural y social del mundo.
“Me gustaría tanto que cuiden esta esperanza basada en la promesa de Dios. Quisiera que al planificar el futuro guarden la memoria de ser un pueblo, de tener una historia con luces y sombras, de ser protagonistas en el hoy, de ese diálogo de amor entre Dios y los hombres a través de los siglos”, exclamó.
En este sentido, el Papa animó a superar la “herencia del iluminismo “para que los estudios que realizan los ayuden a “interpretar el mundo y a construir el futuro junto al Señor, basados en la pertenencia al pueblo santo de Dios, que los guía con amor, inspira, nutre y corrige con su Palabra”.
Con información de Mercedes de la Torre y ACI Prensa
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