Hacia finales de 2024 se llevará a cabo la elección presidencial en Estados Unidos, la cual podría ser disputada entre el expresidente republicano Dondald Trump y el actual mandatario demócrata Joe Biden.
Es por ello que el ambiente se ha empezado a “calentar” entre los partidarios y de uno y otro, buscando cómo hacer tropezar al contrincante para intentar sacarlo de la contienda o por lo menos desprestigiarlo frente al electorado a fin de hacerle perder adeptos impidiéndole así llegar a la Casa Blanca.
Donald Trump es el único presidente de Estados Unidos que ha sido sometido a dos juicios políticos.
A finales de 2019, la Cámara de Representantes acusó a Trump de “abuso de poder y obstrucción al Congreso”, cargos de los cuales resultó absuelto.
En la segunda ocasión que Trump estuvo en el banquillo de los acusados y con el riesgo de que se le declarara el abuso de poder, se trató de una acusación por “incitación a la insurrección” por las violentas manifestaciones en el Capitolio el 6 de enero de 2021, en el que presuntamente había instigado con su discurso a que los ciudadanos impidieran el triunfo de Biden a la presidencia, también de estos hechos fue absuelto.
Ahora quien se encuentra en el ojo del huracán es al presidente Joe Biden, a quien se le acusa de presuntamente favorecer a su hijo Hunter y otros familiares en supuestos negocios con adversario políticos utilizando sus influencias cuando era vicepresidente de la Unión Americana en la administración de Barack Obama.
De acuerdo a la Constitución de Estados Unidos, el presidente puede ser destituido de su cargo por impeachment (juicio político) en caso de determinarse que cometió delitos o faltas graves.
Apenas el miércoles 13 de diciembre la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó formalizar la investigación de juicio político.
De acuerdo a las leyes del país norteamericano, la Cámara de Representantes es el que a través de una votación decide si se presentan cargos contra el actual mandatario para ser investigado; lo que en el caso de Biden ya ha sido aprobado, pero la potestad de destituir o no al presidente es del Senado.
Algo que podría influir a favor de Biden es que la mayoría en el Senado es demócrata; sin embargo, el proceso apenas inicia y falta mucho para que se defina la situación del mandatario norteamericano.
En la cuerda floja
En la historia de la Unión Americana, además de Donald Trump, los presidentes han sido sometidos a juicio político han sido el demócrata Andrew Johnson, quien en 1868 intentó arrendar o comprar la bahía de Samaná y se propuso, también, anexar la isla de Santo Domingo (Haití y la República Dominicana) a los Estados Unidos. fue absuelto por sólo un voto en el Senado.
Richard Nixon quien fue responsable del caso “Watergate” fue acusado de obstrucción de la Justicia, abuso de poder y desacato al Congreso, pero antes de que se iniciara la investigación en su contra para saber si procedía o no el impeachment, prefirió renunciar a la Presidencia.
William Clinton fue enjuiciado políticamente en 1999 por perjurio y obstrucción de la Justicia, en el caso de la becaria de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky. El mandatario fue absuelto.
Ahora quien está en esta controversia es el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
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