La organización Educación con Rumbo (ECR) reiteró que, luego del huracán Otis, para las autoridades de Guerrero es prioridad restablecer servicios y empezar trabajos de limpieza, pero nunca son una prioridad los servicios educativos que se dan a los estudiantes y aseguró que las infancias de la entidad están siendo severamente afectadas en términos educativos.
Paulina Amozorrutia, coordinadora nacional de ECR, explicó que aunque en discursos, narrativas y campañas de gobernadores y legisladores de la entidad siempre entra el tema educativo, lamentablemente nunca es una prioridad a la que se le dé un seguimiento puntual, ni tampoco “a la hora de asignar presupuesto, de implementar acciones y de reorganizar políticas”.
Amozorrutia detalló que sus afirmaciones se confirman con el reciente impacto del huracán Otis, categoría cinco, en el estado, pues “lo primero que genera complicación es la danza de cifras que no coinciden o que varían sin aportar una radiografía clara de lo que sucede en el sector educativo en Guerrero” y recalcó que los recientes datos respecto a escuelas afectadas no tienen lógica.
Leticia Ramírez Amaya, secreteria de Educación Pública (SEP), compartió que 202 escuelas en Coyuca de Benítez y Acapulco tienen daños menores, 420 tienen daños moderados y 363 están dañadas severamente, en total 985 escuelas de ambos municipios están afectadas y también informó que 127 escuelas en esas zonas ya están operando.
Minimizar datos no ayuda, solo empeora la situación
“La SEP enuncia que solo han sido afectadas de forma severa, moderada o con menor impacto, 985 escuelas, cifras que a nosotros no nos coinciden”, aseveró Patricia Ganem, coordinadora del área de Investigación de ECR, y proporcionó datos para entender la falta de correspondencia en la información.
De los 43 municipios que han sido declarados en zona de desastre, hay seis mil 572 escuelas que atienden a 506 mil 987 alumnos y 29 mil 574 profesores. Los datos de la SEP son solo de Acapulco y de Coyuca de Benítez, pero esos municipios tienen mil 324 escuelas, “¿dónde están las 212 escuelas restantes de esos dos municipios?”.
Además, la organización también cuestionó qué sucede con las otras 5 mil 248 escuelas de los otros 41 municipios afectados. “Minimizar cifras no ayuda, al contrario, complica la posibilidad de proyectar un plan gradual para que los niños vuelvan con rapidez a la escuela”, subrayó Ganem.
Patricia Ganem destacó que para que se pueda hacer un plan de acción funcional, se necesita un listado detallado de todos los daños que sufrieron las escuelas, así como las bibliotecas o espacios educativos ubicados en las entidades que resultaron afectados; sin embargo, esa información es desconocida y la SEP no está movilizándose para conseguirla.
Finalmente, la experta compartió que los efectos que el huracán Otis y las acciones tardías de las autoridades causarán a Guerrero, un estado en el que por cada 100 habitantes de entre tres y 15 años, 10 no han ido a la escuela, se verán dentro de hasta 13 años, cuando será tarde para hacer algo por las personas afectadas.
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