La adicción es un estado de compulsión, obsesión y preocupación que esclaviza la voluntad y el deseo de la persona.
Una adicción es cualquier proceso ante el cual somos impotentes: nos controla, nos obliga a decir, hacer y pensar cosas que no van de acuerdo con nuestros valores personales y nos conduce progresivamente a ser más compulsivos y obsesivos hacia el objeto de la adicción.
Como verás, es cualquier proceso que utilizamos para evitar o eliminar una realidad que es para nosotros intolerable o dolorosa.
Hay diferentes tipos de adicciones: las llamadas ingestivas o de sustancias en donde se encuentran el alcohol, las drogas, el tabaco, la cafeína, chocolate, azúcar, alimentación, fármacos, entre otros.
Y las llamadas de proceso o de comportamiento: al robo, compras, trabajo, mentira, sexo, ejercicio, televisión, redes sociales, juego, dinero, pensamientos negativos, perfeccionismo, entre otros.
Para que puedas saber si tienes alguna de estas adicciones, comparto contigo el día de hoy sus características:
– Tolerancia: cada vez necesitas más del objeto de la adicción para lograr el mismo resultado. Es decir, el nivel de tolerancia va en aumento.
– Síndrome de abstinencia: la sustancia adictiva o comportamiento son a tal grado necesarias, que cuando se carece de ella sobrevienen afecciones somáticas y psicológicas fuertes: estrés, inquietud, nerviosismo, agitación, aceleración del pulso, temblor, hasta ataques de pánico, convulsiones, depresión y somnolencia.
– Autoengaño: aparecen los mecanismos de negación: no admitir que existe un problema; racionalización (buscar una explicación lógica de una conducta ilógica), o desplazamiento que es cuando se distorsiona la realidad y se atribuye a otros problemas.
– Deterioro ético: todo está al servicio de la adicción, y se empieza a robar, mentir, descuidar a la familia, arruinar a los padres, y hasta matar.
– Pérdida de la fuerza de voluntad: por un lado, se pretende parar la conducta adictiva, y al mismo tiempo, la voluntad no lo desea, y esto hace que ésta se debilite.
– Distorsión de la atención: la vida de la persona se centra en la adicción, todo lo demás pasa a segundo término, sean personas, trabajo, metas o actividades.
Si eres adicta/o a alguna substancia o comportamiento, o conoces a alguien que lo es, de inmediato busca ayuda profesional. ¡No permites que tu vida la controle una adicción!
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