Pérdidas en la vida

Todas las personas tenemos que afrontar pérdidas a lo largo de nuestra vida. Cada una de estas pérdidas va a acompañada de su propio dolor.

Es importante reconocer, aceptar y respetar tanto en el matrimonio como en la familia, que cada persona vive ese dolor de una manera particular. No todos reaccionamos igual ante una pérdida. 

No es fácil hablar de una clasificación o escala en nuestras pérdidas, pues cada quien lo vive diferente. Los expertos hablan de cinco bloques de situaciones a lo largo de nuestra vida:

1.         Pérdida de la vida: es un tipo de pérdida total, ya sea de otra persona o de la propia vida: muerte de un cónyuge o alguien cercano a ti, pérdidas físicas parciales (accidente, enfermedad, discapacidad), o de enfermedades terminales.

2.         Pérdidas emocionales: en esta categoría se encuentran las relaciones sociales e interpersonales (familia, amigos, pareja). Situaciones como divorcios, separaciones y rupturas de amistades o familiares. También mudanzas, cambio de ciudad, de escuela o lugar de trabajo.

3.         Pérdidas de objetos y oportunidades: algo valioso para nosotros, sufrimos de un robo, nos quedamos sin dinero. Por oportunidades me refiero a no recibir un ascenso laboral esperado, ser despedido del trabajo o excluido de algún grupo, no encontrar trabajo.

4.         Pérdidas de ideales: cuando algo que esperabas con ilusión no se realiza; dejar a un lado tus convicciones o sueños por un acontecimiento; alejarte de tus ideales políticos o religiosos por una gran desilusión.

5.         Pérdidas evolutivas: a medida que nos desarrollamos como seres humanos, pasamos por distintas etapas: niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez. En cada una de estas fases atravesamos por diversos cambios físicos y psicológicos que nos llevan a descubrir nuevos campos y a ocupar diferentes roles, dejando atrás recuerdos y sentimientos que originan pérdidas.

Algunos consejos que pueden ayudarte a adaptarte a estas pérdidas:

–           Permítete sentir, pensar y hablar sobre ello.

–           Intenta encontrar forma de canalizar; actividades, deporte, creatividad, aficiones.

–           Procura dar sentido a la pérdida, y vívela como una experiencia que te hará crecer como persona.

–           Confía en alguien y busca ayuda: familia, pareja, amigos, terapeutas, que puedan acompañarte en este proceso.

–           No intentes controlar a los otros: cada uno tiene su manera de vivir la pérdida.

–           No te resistas al cambio.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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