De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), las tareas de cuidados son una de las principales barreras para que las mujeres continúen con su trayectoria profesional, pues disminuyen su participación en el mercado laboral y como “consecuencia su autonomía económica”.
Imco detalló que, en México, 31.6 millones de personas de 15 años y más brindan cuidados sin recibir remuneración a cambio, lo que representa 32 por ciento de la población total. Además, tres de cada cuatro personas que son cuidadores, son mujeres, en especial madres, quienes pausan su desarrollo profesional.
“Nueve de cada 10 personas que dejan el mercado laboral por realizar cuidados son mujeres”, destacó el Imco y agregó que las mujeres que se dedican a las tareas de cuidado reducen su participación en el mercado laboral 51 por ciento; mientras que quienes no se dedican al cuidado tienen una participación laboral del 71 por ciento.
Además, el instituto agregó que la proporción de hombres que tiene un empleo o busca uno es mayor, sin importar si son cuidadores, y la diferencia en participación económica entre los que son cuidadores y entre los que no, es de cuatro puntos porcentuales, mucho menor que la de las mujeres que es de 20 puntos de diferencia.
“En promedio, las mujeres dedican 1.5 veces más tiempo a las tareas de cuidados que los hombres”, comentó el organismo y recalcó que las mujeres destinan 37.9 horas a la semana a las tareas de cuidado y los hombres dedican 25.6 horas a esas tareas. “Las mujeres suelen buscar empleos con mayor flexibilidad”.
Sin embargo, como los trabajos que brindan flexibilidad a las mujeres cuidadoras son escasos, las mujeres optan por reducir su tiempo en el mercado laboral, lo que afecta sus ingresos económicos. “Las mujeres reducen sus gastos o piden dinero prestado cuatro veces más que los hombres debido a su rol de cuidadoras”.
Lamentablemente, el trabajo y las tareas de cuidado afectan la salud física y emocional de las mujeres, pues más de la mitad aseguró sentirse cansada o haber disminuido su tiempo de sueño por tener que hacer sus actividades de cuidado, mientras que dos de cada 10 hombres afirmaron sentirse de esa manera.
Tareas de cuidados deben ser responsabilidad de Estado, empresas y hogares
El Instituto comentó que para poder darle solución a la situación que viven miles de mujeres, se “necesita balancear la carga de cuidados no remunerados entre hombres y mujeres” para que las mujeres puedan incorporarse a la economía y los hombres adquieran un rol más activo en las tareas del hogar.
Lo primero es concientizar a la sociedad de que las tareas del hogar son un trabajo, pues aunque siete de cada 10 mujeres que no trabajan, no lo hacen porque no hay nadie que cuide a sus hijos, ancianos o enfermos, el 94 por ciento de la población piensa que las tareas de cuidado son responsabilidad de las mismas familias.
“Se necesita tomar en cuenta esta información a la hora de diseñar políticas públicas y empresariales”, comentó la institución y llamó a que también se incentiven los ambientes laborales incluyentes, y las tareas del hogar “sean responsabilidad compartida entre el Estado, las empresas y los hogares”.
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