Esta ñora ha aprendido mucho de las últimas horas observando no sólo lo que ha ocurrido en Acapulco y demás lugares de la costa de Guerrero, sino con las actuaciones para atender el desastre. Se puede con ello elaborar un pequeño manual de cómo insultar a las víctimas en lugar de ayudarlas e intentar vender que las ayudan.
Primer paso: No le des importancia a que se avecina un fenómeno natural a la zona. Esta ñora entiende que Otis se elevó de pronto a categoría 5, pero esto no quita que se supiera que venía un huracán y todo huracán tiene potencial de hacer daño, por lo tanto hay medidas generales que se deben tomar. Esta ñora piensa que quizá en este caso hay una agravante que no es culpa del gobierno, pero nomás porque se murió. A principios del sexenio despidieron así con saña —esta ñora lo publicó en una de sus primeras columnas— al ingeniero Alberto Hernández Unzon que era el director del Servicio Meteorológico Nacional y que salía en esa calidad hablando en muchos espacios. Era un tipo con una capacidad comunicativa que todos le creían. Algunas cadenas le dieron chamba y seguía hablando con toda autoridad… pero nada más moral, ya no tenía el nivel de una autoridad de gobierno. Claro, el ingeniero murió hace unas semanas… pero en cinco años este gobierno no ha tenido ni tendrá alguien que tenga ese nivel. Y eso, pesa porque si alguien todo el mundo le hacía caso en estos temas era a él. Algo podría haber sido diferente, y acallar voces sí es un insulto.
Segundo paso: Pon a tus focas aplaudidoras a decir que sí hay Fonden para tratar de acallar las críticas que te llueven más agua que el propio Otis. Esta ñora estuvo investigando y leyendo por ahí a gente que investiga estos temas y resulta que en octubre de 20 sí desaparecen el Fonden como fideicomiso. Un fideicomiso es un dinero que está apartado y que se rige por ciertas reglas para sacarlo —cualquiera sabe por las películas románticas que casarse es un requisito clásico para que el galán tenga acceso al fideicomiso hecho por su riquísimo padre o abuelo— y esas reglas para usar el Fonden indicaban pasos para atender la emergencia inmediata y a mediano plazo, había orden y medidas. La lana que había en ese Fideicomiso las pasas al Tren Maya. Eso sí, en el presupuesto federal y dependiente de la Secretaría de Hacienda hay un programa, o sea, un apartado al que le pusieron el mismo nombre Fonden, al cual le recortaron este año 21 por ciento y de paso no han usado casi ningún recurso. Así pues, insultan a todos los que han sido objeto de desastres naturales este año, no sólo Acapulco sino los Cabos por decir algo.
Tercer paso: Haz un gran espectáculo de tu ineficacia para quitarles la atención a las víctimas en la zona de desastre y concentrar la atención de los secretarios de estado en ayudarte a ti. Esta ñora va a hacer un recuento de lo que pasó el miércoles 25 de junio para detallar bien cómo se puede insultar constantemente a las víctimas del desastre, porque es todo un arte. En tu mañanera, mencionas que no hay mucha información de lo sucedido —¿la reunión de las seis no era donde el presidente sabía todo— durante la noche, pero que van a atender el asunto. Un periodista te acorrala preguntando si vas a ir y evades diciendo que no hay caminos ni condiciones, pero que los secretarios de Marina, de Defensa y la Seguridad Pública –en este sexenio protección civil se pasó a esa secretaría ya no está en Gobernación— van para allá… luego salen fotos de que están parados afuera de una de las casetas de la autopista.
Como te tupen en redes, sales en camioneta machuchona del Palacio Nacional… (con tu hijo en el asiento trasero) y te reúnes a media carretera con los secretarios ya mencionados que pasan horas contigo tratando de que tú pases, y puedas hacer fotos en medio del lodo con tu sonrisita socarrona en varias imágenes, y caminando por las matas porque así nadie habla de las rapiñas que se están dando en la costa, o de los miles de turistas que no pueden avisar a nadie dónde están o de la cantidad de gente que llevará horas y horas sin comer y sabrá sin beber.
Ni siquiera se te ocurra pensar en usar un helicóptero para llegar a Acapulco porque las fotos no salen igual y los helicópteros siempre se asocian a la riqueza o la eficiencia y lo tuyo es la austeridad ineficiente, aunque literalmente la austeridad te atasque en el lodo.
Luego supuestamente llega a Acapulco y te das una paseadita en otro transporte, extendiendo tu manita bendecidora —al parecer sólo hay una foto de eso, una sola foto que esta ñora está a nada de pensar que fue truqueada— y luego sí te regresas en helicóptero a la Ciudad de México a cenar algo caliente y dormir en tu camita. Total viste una fracción del desastre porque oscureció en un ratito y NO hay luz, no hiciste ninguna reunión, no hablaste con nadie de los que estaba ahí, pero ya tienes foto. Esta ñora no puede de la indignación que le volvió a dar al escribir todo lo anterior.
Cuarto paso: Manda a mil, dos mil, cuatro mil servidores de la nación a levantar censos como en Tabasco cuando por malos manejos de las presas se inundó Villahermosa hace unos años y desde el helicóptero diste otro espectáculo de desprecio. De esta manera, a través de los servidores de la nación, podrás insultar de uno en uno a los damnificados prometiéndoles lana y supeditándola su voto. No les vas a “ayudar” porque sean mexicanos que lo necesiten sino porque los querrás amarrar como votantes que necesitas. Y les darás lana para comprar su silencio o sus votos, pero no habrá ni plan ni dinero ni nada para reparar ni caminos, ni escuelas, ni seguridad ni todas esas cosas de las que los gobiernos de cualquier país sí es responsable no de prometerles un colchón o una lavadora.
Esta ñora ha pasado horas muy felices en Acapulco y procurará ayudar a través de la sociedad civil en lo que pueda, y confía en la solidaridad de los mexicanos para de verdad sacar al puerto de su desolación, porque queda claro que del gobierno del soy-un-cobarde-matoncito-que-nomás-uso-a-los-pobres nomás afinará sus formas más sutiles de insultarlos.
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