La Iglesia católica en México ha dado una respuesta robusta por medio de acciones y disposiciones frente a este problema y planteará una propuesta en una reunión en Roma.
El Equipo Nacional de Protección de Menores de la Conferencia del Episcopado Mexicano (ENPM) se instaló formalmente en presencia del arzobispo de Monterrey monseñor Rogelio Cabrera López, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se informó a través de un comunicado signado por el secretario general del episcopado, monseñor Miranda Guardiola.
“Este equipo multidisciplinario está integrado por obispos, sacerdotes y laicos especializados e independientes con amplia experiencia en esta materia”, el cual trabaja bajo coordinación de la Secretaría General de la Conferencia.
La primera actividad que se le encomendó al ENPM fue recopilar datos sobre los casos de abuso de menores cometidos por parte de clérigos ya que no se cuenta con una estadística nacional sobre estos hechos.
Los primeros datos obtenidos fueron proporcionados por la Nunciatura Apostólica en México y hechos públicos por monseñor Cabrera López con la intención de caminar por un camino de transparencia, de conformidad con la información aportada por la Nunciatura se tiene conocimiento de 152 casos que relacionan a sacerdote con conductas en contra de menores. En los próximos meses la recopilación de información seguirá adelante.
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En el comunicado se enfatizó que, de acuerdo con la Constitución Política de nuestro país, además de tratados de internacionales en materia de derechos humanos y el Código de Procedimientos Penales Federal es obligatorio guardar absoluta reserva de sobre la identidad de las víctimas y los presuntos responsables para evitar una posible revictimización de los agraviados y procurar en todo momento el debido proceso de los imputados que pudiera abrir una fisura en el juicio.
Se afirmó que la Iglesia Católica coopera con las autoridades civiles para evitar futuros hechos de esta naturaleza porque “la sociedad y los miembros de la Iglesia lo exigen pues no podemos permitir un caso más”.
Por otro lado, se recordaron una serie de medidas y documentos realizados por la Iglesia en respuesta a estas conductas.
Se redactaron las “Líneas Guía del Procedimiento a Seguir en Casos de Abuso Sexual de Menores por Parte de Clérigos”, además se admitieron las disposiciones que el papa Francisco indicó a través del cardenal Sean O’Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores (CPPM); y del R.P. doctor Hans Zollner S.J., director del Centro para la Protección del Menor de la Universidad Gregoriana.
También se elaboró el “Protocolo de Protección de Menores”, el cual tiene medidas de prevención, así como, de ser aplicable, principios sobre sanciones canónicas y penales, además de criterios de asistencia a las víctimas.
Por otro lado se ha brindado capacitación a voceros de 46 diócesis en México sobre los “Protocolos de Actuación en Caso de Abuso a Menores”, así como asesoría a los obispos mexicanos, la que comenzó en septiembre de 2017 en la semana anual de formación y después se ofreció a 25 diócesis del país trabajando las líneas guía y los protocolos.
Dentro de estas acciones de respuesta se encuentra la aprobación del ENPM, en la CVI Asamblea Plenaria de la CEM en 2018 y además en la reunión que se realizará en Roma sobre esta materia a finales de mes, la Conferencia tiene previsto plantear que las conferencias episcopales gocen de mayores facultades en la atención de este tema.
“El abuso sexual a menores constituye una de las realidades mas dolorosas de la Iglesia católica en el mundo, sin embargo, con estas acciones concretas, claras, transparentes y contundentes deseamos recuperar la confianza de los fieles y lograr que la Iglesia continúe con su misión evangelizadora con un rostro limpio luminoso y confiable como el de nuestro Señor Jesucristo”, concluye el comunicado.
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