En México, 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años realizaban trabajo infantil, por lo que representaron el 13.1 por ciento de la población de este rango de edad (28.4 millones). Esta cifra fue 1.7 puntos porcentuales más alta que en 2019, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022, en el país 1.8 millones (6.4 por ciento) realizaban ocupaciones no permitidas; 1.6 millones (5.6 por ciento) exclusivamente hacían quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y 318 mil combinaban ocupaciones no permitidas y los quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas (1.1 por ciento).
Con respecto a las percepciones económicas, el análisis indica que el 37.6 por ciento de los menores que laboraron en alguna ocupación no permitida no recibió ingresos por su trabajo, el 47.9 por ciento percibió como máximo hasta un salario mínimo, en tanto el 11.7 por ciento fue recompensado con más de uno y hasta dos salarios mínimos. La mayoría de las niñas y los niños se concentró en el rubro de hasta un salario mínimo, con 52.7 y 45.9 por ciento, respectivamente.
En su encuesta, el Inegi indica que las principales actividades que desempeñaron en ocupación no permitida fueron trabajos de apoyo en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca (33.3 por ciento), ocupaciones relacionadas con la minería, construcción e industria (25.7 por ciento) y como comerciantes o empleados en ventas (15.3 por ciento).
Los niños tuvieron una mayor participación en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca (39.2 por ciento), en tanto, las niñas en las ocupaciones de comerciantes y empleadas en ventas (24.7 por ciento).
De 2019 a 2022, el porcentaje de niñas y niños en ocupación no permitida que trabajó por gusto o solo por ayudar aumentó de 27.2 a 31.5 por ciento, mientras que los que trabajaron porque el hogar necesitaba de su trabajo disminuyó de 15.8 a 11.4 por ciento. El porcentaje de hogares que necesitaba de su aportación económica también disminuyó de 13.3 a siete por ciento, en tanto que el resto de los motivos reportaron porcentajes similares.
De los 2.1 millones de niñas, niños y adolescentes en ocupación no permitida, 2 millones (92.5 por ciento) lo hizo en actividades consideradas de carácter peligroso, de acuerdo con lo que establece la Ley Federal de Trabajo (LFT).
El estudio señala que las dimensiones de la ocupación peligrosa mostraron que 1.2 millones (63.1 por ciento) se encontraban en ocupaciones peligrosas, 1.1 millones (57.5 por ciento) realizaron actividades que afectaron la salud y el desarrollo (cargar cosas pesadas, sufrieron problemas físicos, entre otros), 1.1 millones (54 por ciento) en sectores de actividad económica peligrosos, 846 mil (42.9 por ciento) estuvieron expuestos en su ocupación a riesgos, 437 mil (22.2 por ciento) tuvieron horarios de trabajo prolongados, y 210 mil (10.6 por ciento) laboraron jornadas de trabajo no apropiadas (horarios mixtos, nocturnos o rolar turnos).
En lo que se refiere a los menores ocupados en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, la encuesta muestra que 1.9 millones de niñas y niños de 5 a 17 años realizaron quehaceres domésticos en sus hogares en condiciones no adecuadas; de los cuales, un millón (51.8 por ciento) eran niñas y 0.9 millones (48.2 por ciento), niños.
Los que realizaron quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas en forma exclusiva fueron 1.6 millones (83.4 por ciento) y los que combinaron la ocupación no permitida y los quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas fueron 0.3 millones (16.6 por ciento)
El estudio da a conocer que el empleador o persona para la cual trabajaron o ayudaron las niñas y niños de 5 a 17 años en ocupación no permitida fue preponderantemente un familiar, con 60.6 por ciento, porcentaje que en las niñas fue de 61.7 por ciento y en los niños de 60.1 por ciento. El porcentaje de los que trabajaron para un empleador que no es un familiar alcanzó 34.7 por ciento; 30.8 por ciento en niñas y 36.2 por ciento en niños.
En tanto que las tres entidades federativas que tuvieron las tasas de trabajo infantil más altas fueron Guerrero, con 24.5 por ciento; Chiapas, con 20.8 por ciento, y en Nayarit, con 19.1 por ciento. En contra parte, los estados que registraron las tasas más bajas fueron Ciudad de México, con cuatro por ciento; Coahuila de Zaragoza, con 6.4 por ciento, y Baja California, con 6.5 por ciento.
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