En días recientes se está corriendo el rumor de que hay serias posibilidades de que Beatriz Paredes alcance, e incluso sobrepase, a Xóchitl Gálvez en la contienda por el liderazgo del Frente Abierto por México y por la candidatura a la Presidencia de México. El mero rumor está como para ponernos la carne de gallina a todos los que deseamos que termine la pesadilla de AMLO y Morena. Los cientos de miles de ciudadanos que hemos visto en Xóchitl la única esperanza de poder vencer a la corcholata que resulte electa por Palacio Nacional definitivamente sí sufriremos un serio colapso emocional si la priista tlaxcalteca resulta triunfadora este próximo 3 de septiembre.
Alguien comentó por ahí que siendo la candidata postulada por el Frente, cualquiera de las dos tendrían las mismas posibilidades de vencer a Morena, pues contaría con el apoyo de los tres partidos, y la ciudadanía independiente, que conforman dicho Frente. Pero eso no es más que un sueño guajiro, irreal. Si los tres partidos del FAM realmente estuvieran desde el inicio comprometidos a jalar en la misma dirección, o sea, a elegir realmente al candidato capaz de vencer a Morena, hubieran todos los aspirantes declinado en quien ya se había convertido, desde su aparición en la escena, en la única opción viable por su carisma, su historia y su preparación, y todos los partidos ya estuvieran empujando juntos para promocionarla. Le bastaron a Xóchitl unos pocos días para refrendar con hechos y palabras, en cuanta aparición pública tuvo, que sus cualidades naturales de convocatoria, de cercanía a la gente y de inteligencia para enfrentarse eficazmente contra AMLO son auténticas, reales, no productos de ingenierías mediáticas (totalmente lo opuesto a lo que se ve en la Sheinbaum, por ejemplo). Esto debería haber bastado a todos los miembros del FAM para unirse, dejando de lado aspiraciones personales y partidistas, y apoyar con todo a Xóchitl. En cambio, el PRI se lanzó a intentar frenarla a base de votar por Beatriz Paredes. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que esto equivale a darle a AMLO la victoria en charola de plata.
Yo reconozco que Beatriz Paredes tiene muchas cualidades que posiblemente harían de ella una buena presidenta. Pero no tiene ninguna de las cualidades requeridas en el momento presente, y en las circunstancias actuales, para enfrentar y vencer a los candidatos de AMLO. Cualidades que, como dije hace un momento, Xóchitl Gálvez sí tiene. No le alcanzarán al FAM los recursos económicos que reúna, las inversiones en publicidad que haga ni el trabajo humano que desarrolle para hacer ver a Beatriz como la substituta de Xóchitl, que es en lo que Beatriz se convertiría a estas alturas. Porque está visto que lo que la ciudadanía, la gente de la calle, quiere en verdad es a una persona como Xóchitl ha demostrado ser. ¿La gente que anda hoy día entusiasmada trabajando por la hidalguense -cercana, alegre, inteligente y valiente- mostrará el mismo entusiasmo si la obligan a trabajar por la tlaxcalteca, a la que apenas conocen, y que no les ha mostrado -ni les podrá mostrar- ninguna cercanía, ninguna faceta que no sea la de la eterna política?
Mil veces mejor será que Beatriz siga el ejemplo de Santiago Creel y decline en favor de Xóchitl.
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