De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en Haití hay casi tres millones de niños que necesitan ayuda humanitaria urgente, pues en la nación hay niveles alarmantes de violencia, desnutrición y pobreza. El organismo recalcó que la cifra de menores necesitados de ayuda es la más alta jamás registrada.
Unicef indicó que aparte de la pobreza, violencia y desnutrición, Haití enfrenta un brote de cólera y Bruno Maes, representante de la Unicef en Haití, destacó que “hoy en día, ser niño o niña en Haití es más duro y peligroso que en cualquier otro momento que se recuerde”. Las dificultades que enfrentan los niños son inimaginables.
El representante de la Unicef en Haití comentó que muchos menores se encuentran en medio del fuego cruzado de las pandillas o delincuentes y son el blanco de grupos armados que aterrorizan a la población y luchan por el control de los territorios, en especial de Puerto Príncipe, capital de la nación.
Los pequeños son heridos o asesinados al dirigirse a la escuela; mientras que las mujeres y niñas son víctimas de violencia sexual extrema. “Han aumentado vertiginosamente los secuestros de estudiantes, profesores y personal sanitario”, destacó Unicef y recalcó que los ataques a escuelas también se han disparado.
Por otro lado, respecto al hambre, se han alcanzado cifras históricas, pues se estima que casi uno de cada cuatro pequeños en todo el país padece desnutrición crónica. La situación es más difícil en barrios pobres, pues “algunas familias están prácticamente atrapadas y carecen de acceso a los servicios esenciales”, dijo el Fondo.
Además, se ha confirmado que muchos niños y adolescentes se ven forzados a aliarse a grupos armados “a alistarse a cambio de protección o de alimentos e ingresos para sus familias”, situación que ha crecido en Puerto Príncipe. Muchos niños dicen que ser parte de esos grupos les da sentido de identidad y pertenencia.
Lamentablemente, aunado a todas las situaciones que enfrenta el país, organismos recuerdan que Haití es un blanco de desastres naturales constantemente, por lo que son doblemente golpeados. “Es el país más pobre y menos desarrollado del hemisferio occidental, y no está preparado para hacer frente a las perturbaciones”.
“A pesar de los enormes desafíos, la ayuda humanitaria ha contribuido a evitar el hambre y una desnutrición de naturaleza catastrófica. Pero se necesita mucho más”, comentó Unicef y llamó a la comunidad internacional y a la sociedad a sumarse a la lucha y contribuir con apoyo. Puedes hacer donaciones para Unicef aquí: https://unicef.org.mx/cenemos-todos/ .
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