Enfermedades como infertilidad, cáncer, diabetes, alzhéimer o mayores afecciones por el COVID-19 son el resultado de la mezcla de contaminantes químicos artificiales acumulados por el cuerpo humano a lo largo de la vida, destacó Miquel Porta, investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Al ofrecer la conferencia Investigación sobre niveles humanos de contaminantes ambientales: ciencia y sociedad, que se realizó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el especialista indicó que con base en estudios que realizó junto con otros expertos sobre la predisposición de las personas a desarrollar el COVID-19 pudieron comprobar que varios de los contaminantes son inmunomoduladores e inmunodepresores, algo que la gente no quiere ver y que afectan al sistema inmunitario.
Detalló que los resultados revelaron que el arsénico, cadmio, mercurio y zinc no pudieron ser asociados con el desarrollo de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2. Sin embargo, encontraron que aquellas personas que tienen más tendencia al consumo de alimentos procesados y que presentan niveles más altos de talio, rutenio y plomo tuvieron más problemas por la pandemia, reveló.
Destacó que esta evidencia se suma a la existente derivada de múltiples estudios que han documentado, desde hace tiempo, los efectos de las partículas menores a 10 y 2.5 micras (PM10 y PM2.5) en el desarrollo de enfermedades como diabetes o cáncer, lo cual se revela en el estudio Climate change and cancer: converging policies, de Paolo Vineis e Inge Huybrechts, publicado en la revista Molecular Oncology.
“Las acciones individuales para protegernos de las toxicidades de los plásticos son necesarias pero muy débiles, por lo que necesitamos políticas y regulación para controlarlo, lo cual fue muy evidente cuando ayudamos a una campaña para disminuir el uso de polímeros midiendo plastificantes en la orina”, refirió Miquel Porta.
El investigador señaló que si bien a lo largo del tiempo se ha logrado combatir los efectos de los contaminantes mediante regulaciones, como la relacionada con el plomo y los clorofluorocarburos, en la actualidad es necesario revisar el uso de parabenos ampliamente utilizados en la conservación de alimentos y los maquillajes; además de los perfluorocarbonos, que si bien son considerados moderadamente tóxicos, al ser altamente persistentes varios de ellos no son eliminados por el cuerpo humano, sino que se acumulan.
En la conferencia que el científico español ofreció, estuvo presente Jorge Zavala Hidalgo, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la Máxima Casa de Estudios.
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