Esta ñora no está para negar que está muy entretenida con lo que está pasando últimamente en el escenario político. Luego de meses y meses que todo parecía como la repetición de una mala telenovela, de pronto ¡zas! un personaje nuevo vino a refrescar el asunto. Con todo este súbito cambio que alguno ya ven como definitivo y fantástico, esta ñora descubrió que ya se ha vuelto muy “zen” porque ha aprendido que en política nada está ganado hasta que en verdad se gana y nada está perdido hasta que una ñora aparece…
De cualquier modo, esta ñora, por otro lado, no quiere encandilarse en los capítulos de “estreno” porque ahí, en el fondo del catálogo de películas y series, hay todavía que poner atención a algunas que son menos divertidas como la cantidad de lana que las corcholatas están gastando. Especialmente el ex primer hombre, o sea, Adán. ¡Resulta que es el rey de los espectaculares! La pobre Clau que andaba feliz como la Cenicienta en la fiesta con un vestido “mágico” pero hecho de ilusión… ahora parece la Cenicienta pero después de la fiesta; su Hado Madrino ya la olvidó; probablemente ningún príncipe recogió el zapato y no la buscará para casarse; pasará el resto de su vida rodeada de ratones.
Pero para esta ñora, es todavía más importante que en estos meses tanto por si ganan como por si pierden los que están en el poder harán cosas cada vez más peligrosas para los mexicanos. No necesariamente peligrosas de nos moriremos todos, pero sí que pagaremos mucho más y nos costará más salir de este pantano en el que estamos.
Una de esas películas de terror que sigue sacando secuelas es la de La maldición de los aeropuertos. Para esta ñora no hay mejor ejemplo de todo hacer mal las cosas tiene efectos a muy largos y extensos plazos. Para cualquiera con dos dedos de frente fue evidente que cancelar el aeropuerto de Texcoco era una soberana (eso sí muy soberana) tontería que provocó pánico en muchos porque ni siquiera había iniciado formalmente el sexenio. Obviamente, se amplió la base naval de Santa Lucía pero hasta ahora hay más candidatos de oposición bajándose de la contienda que dinero que se haya ganado ahí. Al contrario, esta ñora no es capaz de recordar las cantidades de lana que se están pagando en forma de subsidios para que en Santa Lucía pueda aterrizar Biden cuando viene.
Pero ese fracaso no vino solo, la maldición se extendió sobre el actual aeropuerto porque el dinero del TUA que en todo aeropuerto se usa para operar el aeropuerto, en este caso se había destinado para pagar los bonos para construir el de Texcoco. Lo cual tenía toda la lógica del mundo, si ya estabas por acabar la vida útil de un aeropuerto, ¿para qué invertir en él? Pero claro, el aeropuerto Benito Juárez no puede cerrarse y es un desastre. Se le dio a la Marina para que no llorara por no tener negocios, perdón, se le dio a la Marina para que lo operara con eficiencia… pero sin lana.
Y pues los marinos tampoco son hacedores de milagros así que el tenía-plan-A-B-y-C-pero-andan-dando-sustos-con-el-plan-X ahora nos va a endilgar lo que falta del pago de bonos (era lo que se pagaba con el TUA y se liquidaría hasta 2047 el último) como deuda pública para que la Marina se quede con el TUA y lo pueda usar para hacer sus negocios, ah, no perdón para hacer funcionar al Benito Juárez si no fantásticamente, por lo menos con agua y jabón para limpiar los baños.
Eso sí, a la fecha esta ñora no ha encontrado ninguna noticia ni la más mínima nota de que se haya hecho una denuncia contra los constructores del aeropuerto de Texcoco. Esos malvados que eran los peores corruptos del mundo mundial y que habían hecho el negocio del siglo… ni una. En pocas palabras, esta ñora no recuerda que combatir una corrupción no comprobada haya salido tan caro en toda la historia del país.
Es que en resumen en gastos directos los mexicanos pagamos la ampliación de Santa Lucía, pagamos la primera compra de bonos de los que estaban construyendo Texcoco, luego pagamos subsidios para que opere Santa Lucía, y ahora la deuda pendiente. ¿Y a cambio qué tenemos? Nada, una corrupción fantasma muy pero muy cara.
A esta ñora le parece un horror esto, pero eso lo que vemos. Esta ñora no alcanza a imaginar el tamaño de los desvíos y enjuagues que deben traerse en todo el gobierno y lo que harán para ocultar por si pierden o por ganan… Porque otra de las películas que casi nadie está viendo es que trae a la diputada María Elena Pérez-Jaén. Ella fue de las más que ha aportado a la transparencia y fue parte del hoy silenciado INAI, además evidenció el fracaso y fraude de las compras de medicamentos con la UNOPS y ahora anda mostrando como el titular de la Auditoría Superior de la Federación (se supone que es un órgano autónomo pero depende operativamente del Poder Legislativo para vigilar en qué y cómo se gasta el presupuesto, pues en teoría los diputados son los que definen el presupuesto no el Ejecutivo) es bastante poco confiable.
Entre paréntesis, el titular de ASF, David Colmenares, fue el que reveló cuánto nos había costado en el pago de los primeros bonos lo del aeropuerto, pero le dieron un manazo y le rebajó al asunto un montón de dinero.
Esta ñora vuelve a la diputada (o sea una ñora empoderada) que no sólo ha mostrado evidencias de que Colmenares come muy tranquilo con Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena, lo cual no es que sea incorrecto en sí; pero no da buena espina que a unos días de dar a conocer la cuenta pública anden tan amiguis. A lo mejor nada más le andaba preguntado cómo se porta su hermano Marco Fernando Mier que trabaja con Colmenares desde hace dos años. Eso en otro país sería un grave conflicto de interés.
En fin, pues esta ñora seguirá explorando las películas menos populares para disfrutar de este verano caluroso.
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