La semana pasada comentamos sobre las actividades de las que se auto perciben como corcholatas del presidente, para hablarlo en términos actuales. Pero sus posicionamientos del día a día se han tornado aburridos, ya que su único fin es quedar bien con el gran elector o destapador. Así que usan su tono de voz, repiten lo que dice cada mañana y compiten por ganar su aprobación.
Ahora comentaremos sobre la ruta que se va trazando en la oposición, y que inició con la conferencia de prensa donde los partidos políticos y los miembros de la sociedad civil dieron a conocer su método.
La forma es fondo. Y lo primero que vimos fue la forma como los tres líderes de los partidos tradicionales agarraron el micrófono, lo que proyectó la idea de que los partidos políticos se habían quedado con el control del proceso. Y es que para presentar el método se debió considerar en primer lugar ganar la confianza de los ciudadanos sin partido. Es decir, el frente opositor debe tener en cuenta, si quiere avanzar, que se necesita en la forma reflejar que hay tanta sociedad como es posible y sólo tanto partido como es necesario.
Y lo hicieron al revés.
Sólo basta recordar que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) levantada por el Inegi; en México los partidos políticos se encuentran en último lugar de confianza ciudadana, ya que 76.4% de la población de 15 o más años, dijo confiar poco o nada en los institutos políticos.
Claro que a los líderes de los partidos políticos les gana el protagonismo y cuidan su parcela de poder, esa es su fuerza y su debilidad. Pero, por otro lado, es importante que las organizaciones de la sociedad civil tengan un vocero, les urge. Porque una vez que se dio a conocer el método había más incertidumbre que certeza, y no existe, de parte de la sociedad civil, quién aclarara las dudas.
Por el contrario, la salida de los consejeros del mini INE fue la noticia más mediática el día de la presentación del método; y luego, las notas las han venido ganando los descartes de Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Gustavo de Hoyos y Alejandro Murat, quienes al salir del proceso cuestionaron el método. Lo que siguió generando desconfianza en algunos sectores de la opinión pública.
Contario a lo que muchos opinadores y sesudos analistas del establishment mediático opinan, la presentación del método sólo fue registrado en el círculo rojo como el gran acontecimiento. De acuerdo con los indicadores de la firma SABA, que monitorea los sucesos políticos semana a semana, el evento no tuvo mayor impacto en el círculo verde.
En el círculo rojo nos seguimos los mismos que estamos interesados por los asuntos públicos y opinamos y decimos con pasión nuestros comentarios, pero en la gente de la calle que trabaja por sobrevivir el día a día, el famoso método pasó de noche.
Este método, para elegir al candidato de la oposición, pone el requisito de que cada aspirante debe presentar 150 mil firmas o más, no hay techo; significa en términos llanos que el que tenga más saliva comerá más pinole. Podría ganar el que meta más personas al padrón y sería el candidato de lo que en los partidos políticos se conoce como los padroneros. Aunque la gente tenga otro favorito en el círculo verde, alejado de los partidos tradicionales.
Por eso, los políticos que conocen cómo operan los partidos, simplemente se han descartado.
El éxito del método está por verse, y seguramente seguirá sufriendo ataques en el camino, por eso a las organizaciones civiles que se han subido al barco les urge un vocero ciudadano creíble, que vaya señalando la ruta y aclarando dudas. Porque sí dejan como voceros a los partidos seguirán navegando en las aguas frías de la desconfianza.
Pero independientemente del proceso de la oposición, hay otros barcos en el camino de la sucesión presidencial. Como el de Dante Delgado y su Movimiento Ciudadano que. con el sigilo de un zorro de la vieja política, aguardan a que se desencadenen los sucesos para tomar sus decisiones; pero también irán apareciendo otros actores que intentarán construir las bases de su opción política, como la que se ha etiquetado como ultraderecha. Ahí hay un nicho importante de votantes. En las recientes elecciones españolas el fenómeno del partido Vox ha crecido súbitamente en la última elección de aquella región del mundo, disminuyendo a la otrora poderosa fuerza izquierdista del partido Podemos.
Las coordenadas marcan que aún hay un camino interesante por recorrer en la sucesión presidencial; y mucho ojo, porque no sólo se gana con el marketing; en este territorio, va primero la estrategia política que requiere de la paciencia del pescador y la sabiduría del cazador.
“Ten el valor de la astucia que frena la cólera y espera el momento propio para desencadenarla”. Gengis Kan
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