Nuestro presidente y sus declaraciones relacionadas en torno a las películas que él ve.
En las conferencias de prensa matutinas de López Obrador, más allá de la información que pueda dar a conocer diariamente –no toda es importante y relevante–, destaca la proclividad del presidente a lanzar ataques a sus adversarios y mostrar que el enorme catálogo de sus prejuicios serán parte sustantiva de lo que se diga en esas conferencias.
El lunes pasado comentaba el presidente que contratarán en el gobierno gente honesta, lo cual está muy bien, y después dio paso al prejuicio presidencial del día: hay unos que estudian hasta en universidades del extranjero, son hasta doctores, y van a allá a aprender malas mañas.
Lo primero que llama la atención es que dice que “van allá”, son “hasta doctores”, y terminan convertidos en un costal de mañas. Es la visión del mundo, de lo distinto, de lo lejano como algo que pervierte, por eso mejor no salir de casa, por eso mejor vender los aviones que los hicieron los extranjeros y que vienen de más allá de nuestras fronteras, cancelar la ampliación de los aeropuertos porque llegan muchos extranjeros y a saber qué mañas traen. Mejor un trenecito por nuestra selva. Esta fue una confirmación de cómo al presidente el mundo no sólo le es “ancho y ajeno”, sino también peligroso.
Ahí no paró. A continuación, el presidente López Obrador describió que cosas así pasaban en la película El Padrino, porque “mandaba a sus hijos a estudiar a escuelas en el extranjero”. Esta declaración es muy significativa y nos muestra un lado muy interesante para conocer al presidente: él ve otras películas en las que suceden cosas que nadie más ve. Se entiende que el cine está sujeto a interpretaciones individuales, pero no a que uno se invente escenas. Cuando todos vimos que Michael Corleone sale de Estados Unidos para refugiarse en Sicilia, él imaginó que se iba a estudiar. Porque ninguno de los hijos del Padrino estudió fuera de Estados Unidos, pero él vio que sí. No es la primera vez que lo dice. En diciembre del año pasado dijo lo mismo respecto de Meade y sus estudios en el extranjero (Imagen 01/12/17): “Como si los hijos del Padrino no hubiesen estudiado en el extranjero, los mandaba a estudiar el Padrino a las buenas universidades de Estados Unidos para que aprendieran a ser mafiosos”. Esto significa que lo de antier no fue un error, él vio una película en la que don Corleone manda a sus hijos a estudiar fuera del país. Ni hablar, ha de ser muy divertido platicar de películas con el presidente. Ha de ser algo así:
–¿Te acuerdas cuando Luke se entera que Darth Vader es su padre en Star Wars?
–No, hombre. Eso fue en la de El Padrino, que es buenísima, cuando llegan de estudiar en el extranjero y no ven a su papá.
–¿Cómo?
–Sí, los de El imperio del mal, El bueno, el malo y el feo no tienen nada que ver con la del tal Vader. Esa ni la vi. Pus pa’ qué. La que me gustaba mucho era la de la familia que cantaba en los Alpes o algo así.
–¿La novicia rebelde?
–No, la de Los tres García. Grandes canciones y Sara García en gran actuación, creo que eran maderistas.
Total que las conferencias nos están sirviendo para entender al presidente. Es claro que ve al mundo como la posibilidad del mal y de aprender cosas que no se hacen en casa. Y también es claro que, aunque veamos la misma película, él ve una en la que pasan otras cosas. Eso explica mucho de lo que está pasando.
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