Las tres caídas

NO ES LA LITURGIA

Aclaración pertinente No se trata de una parte formal que se acostumbra durante las festividades de Semana Santa, donde se rememoran las tres caídas que sufrió Jesús de Nazareth en el camino del calvario.

PRIMERA CAÍDA SIN LÍMITE DE TIEMPO

Se trata de los tres eventos –seguro hay muchos más- que destacan los niveles de estulticia con los que este país sigue siendo mal gobernado: El asumirse como profeta iluminado por algún espíritu chocarrero que le inspira a criticar a los cristianos porque ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Cuando el inquilino del búnker del Zócalo se pone a “pontificar”, siempre desbarra, se equivoca y pierde la brújula, como si él fuese la perfección y la suma sabiduría.

Por eso, él solo ve en Jesús Cristo –así dice- a un singular luchador social que hizo cosas a favor de los pobres. Por ello también, al único a quien le cree es, al papa Francisco por una razón semejante. Los demás, desde la Curia, el colegio cardenalicio y toda la jerarquía, hasta llegar a los monaguillos y sacristanes, están sometidos a la oligarquía. Es la misma línea persecutoria de Daniel Ortega. Da pena ajena, porque solo sus creencias chamánicas perviven en palacio.

La pregunta es obvia: El santo señor de Macuspana no va a parar hasta hacer lo mismo que sus correligionarios marxistas en Latinoamérica.

SEGUNDA CAÍDA

Es evidente que, como no hay resultados, a pesar de los ingentes esfuerzos que hacen sus coreógrafos intentando –inútilmente- evidenciar que la Central Avionera tiene gente, los datos fríos que arrojan los informes de los empleados de Palacio, destacan otra cosa. (1) De inicio, el AIFA necesitará unos cuatro años en ser redituable y que dependerá de su atractivo para aerolíneas y pasajeros.

Hace poco más de un año, los periodistas Karina Suáre y Jjon Martín Cullell, de El País, sostuvieron que el AIFA nace con una vocación meramente “doméstica”. Es decir no es un Hub.

En búnker se sigue defendiendo lo insólito. Un dato: De marzo a diciembre del 2022 –desde la inauguración- se han transportado 317 mil 502 pasajeros. Se oye bien, esa cifra solo representa el 13 por ciento de la meta, que era de 2.4 millones de personas transportadas en el primer año de operaciones de la Central Avionera. Y para el 2023, la idea, solo eso, una idea, es transportar a un millón de pasajeros, lo que en buen romance significa 80 por ciento menos que los cinco millones que se previeron. Esto es, otra entelequia caprichosa de un hombre.

TERCERA CAÍDA

Y como para reforzar los ridículos internacionales y la comidilla en los cotarros de la ONU, para variar y por enésima falta de resultados, el porrismo político vuelve a escena.

La jugada, originalmente pensada de tres bandas, como en el billar, le salió mal para variar.

Con el torpe manejo de los líos con el fentanilo, era obvio que los gringos reclamaran que el tráfico les llega vía México. La primera respuesta presidencial fue la de siempre, con el clásico “yo te aseguro que yo no fui, porque yo tengo otros datos”

Tal y como era previsible, llovieron las declaraciones y reclamos llenos de rococó, pero duros, hacia la negativa y huidiza postura del presidente mexicano. Así, salió, de la chistera la otra respuesta tan ilusoria como miope, pensando en quedar bien con China para depender menos de los Estados Unidos: Pedirle al gobierno de Xi Jinping que le baje al tráfico de fentanilo, porque hay muchos reclamos de los gringos.

Tampoco le resultó la jugada. La respuesta de China volvió a poner a México en el ridículo interplanetario: (…)No existe tráfico ilegal de fentanilo entre China y México, afirmó el jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en respuesta a una carta del presidente Andrés Manuel López Obrador la que pedía a Pekín que ayudara a limitar los flujos ilícitos de la mortífera droga.

China no ha sido notificada por México sobre ninguna incautación de fentanilo procedente de China, dijo el portavoz del ministerio, Mao Ning (2)

Y para “amolarla de acabar”, lo que más duele es el cachetadón subsecuente: La Agencia Antidroga estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) afirma que tanto el fentanilo acabado como los compuestos precursores se transportan de China a México, Estados Unidos y Canadá, a menudo por correo internacional.  Por eso, causa risa pedirle a los enfermos en los hospitales de México, que por favor, se aguanten y que se pongan Vic Vaporub, porque ya no habrá fentanilo. ¿No es idiota el entramado?

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