26 de febrero, ¿Flor de un día? Que no lo sea

Las grandes movilizaciones ciudadanas en diversas partes del mundo, para exigir justicia, libertad, democracia… tienen o no resultados favorables, y a veces pronto y a veces tardados. Pero son demostraciones sociales que vale la pena realizar, participar en ellas. Pero lo que no se debe dejar que suceda, es que sean flores de un día. Como no lo fueron, para bien, las marchas del 13 de noviembre pasado.

Las marchas (que fueron muchas) del 13 de noviembre de 2022 en México, por la democracia, incidieron en la política nacional, no fueron la “gran” victoria, pero sí efectivas. Con una efectividad que en política, en general, no es de ¡ya!, sino que inicia o continúa un proceso que lleva tiempo, mucho o poco. Pero para que se obtengan realmente resultados a favor del pueblo, se necesita algo especial: persistencia, acciones continuadas de diversos tipos.

Cuando en el mundo han caído gobiernos o gobernantes (tiranos o no) tras una gran manifestación social en las calles, es porque esa salida multitudinaria a las calles ha sido parte de un proceso iniciado antes, que culmina en dicho evento popular. Pero muchas otras veces, la mayoría de ellas, el efecto no es inmediato, y se han requerido más acciones, individuales, de grupo, de medios, de política, de diplomacia o de movimientos ciudadanos, para que el ¡ya basta! se haya logrado.

Participando el domingo 26 de febrero en las múltiples concentraciones civiles convocadas por organizaciones de la sociedad civil en México, tiene gran importancia, y repercusiones dentro y fuera del país. Pero la vuelta a casa, por más satisfactoria que haya sido, no puede considerarse como el deber cumplido, sino sólo como una parte de él, que debe llegar más lejos, con más acciones, también en lo personal, familiar, grupal o de nuevos movimientos públicos de multitudes.

La persistencia, por todos los medios al alcance de cada ciudadano, de defender la democracia que el grupo en el poder, el Morena de AMLO, quiere acotar lo más posible, debe continuar, no dejar que éstos sigan logrando lo que les da la gana.

El ciudadano “de a pie” puede influir, si lo hace inteligentemente, y moviendo corazones y voluntades, para que cada persona de su entorno abra bien los ojos para concebir en su cabeza el gran peligro de que la democracia en México sea doblegada en los procesos electorales de 2024. Toda la maquinación de AMLO y Morena (ojo: no sólo de él como algunos creen) es asegurarse de que en 2024 resulten ganadores en las elecciones simultáneas federales y locales. Quieren conservar el poder a como dé lugar, pasando por la democracia si es necesario, y esto la ciudadanía consciente no puede permitirlo, ni por acción y, mucho menos, por omisión.

A nivel de organización social, comunitaria, de partidos políticos, la ciudadanía debe seguir en acción en defensa de la democracia, del irrestricto respeto tanto al derecho al voto como a sus resultados, y para ello conservando la capacidad material, organizacional y profesional del INE para lograr elecciones legítimas y suficientemente organizadas en 2024.

Algo importante es no ser simplista, pensando que los legisladores serviles de Morena y aliados actúan para agradar al presidente, no, lo que están haciendo es intentar, a como de lugar, repito, que tras las elecciones de 2024 tengan el poder, federal y los locales posibles, en lo ejecutivo y lo legislativo quienes se sienten dueños de Morena. Lo más probable es que como finalmente Lázaro Cárdenas se deshizo del llamado Maximato de Elías Calles, los morenistas, ganen o pierdan en 2024, se deshagan de López Obrador. Quieren el poder pasando sobre el derecho al voto respetado de la ciudadanía tras las elecciones de 2024.

La insistencia ante la Suprema Corte de Justicia, para que reconozca a nivel de mayoría (8) de sus ministros, que las reformas a la legislación electoral que ahorcan al INE son inconstitucionales, es muy, pero muy importante. Los argumentos esgrimidos en este sentido por políticos, legisladores, líderes sociales y políticos, por académicos y otros expertos, son más que válidos. La insistencia (no la llamemos presión) ante la Corte en este sentido es muy importante, para que los ministros no se dejen intimidar por el presidente y sus esbirros (correcto llamarlos así) para que se sentencie sobre la inconstitucionalidad del los cambios aprobados por mayoriteo morenista para ahorcar al INE.

Ante la enorme presión morenista y sus amenazas, cumplidas o por cumplir sobre los grandes medios de comunicación, que los hace desde minimizar estos grandes actos ciudadanos hasta prácticamente ignorarlos, es importante que cada ciudadano consciente del peligro en que está la democracia mexicana, difunda la verdad, en especial sobre las estimaciones de número de manifestantes que salen a las calles, y para eso sirven otros medios y las famosas redes sociales, que cada vez resultan más efectivas en el mundo.

Ninguna acción efectiva en la vida política de las naciones ha sido “flor de un día”, sino de persistencia y acciones personales y organizacionales. Las concentraciones del Zócalo capitalino y tantas otras ciudades mexicanas y hasta en el extranjero, deben verse como un gran evento social, ciudadano, pero como parte de un todo que tiene que continuar por muchos días, muchos meses en adelante, no sólo como un acto aislado, por bueno que resulte.

Te puede interesar: Genaro García Luna y la obsesión de Andrés Manuel

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

@yoinfluyo

Facebook: Yo Influyo

comentarios@yoinfluyo.com

*Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad del autor

Compartir

Lo más visto

También te puede interesar

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Newsletter

Suscríbase a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.