La cuarta transformación es algo que está en boca de todos.
Sorpresa tras sorpresa, la cuarta transformación no deja de sorprender para mal. A unos los deja con el ojo cuadrado por sus boberías y ocurrencias, a otros, asombrados con su desorden y su incapacidad. Así pues, la frase que acuñó Carlos Puig: “La 4T puede agotar, pero no aburrir”, parece que será la norma de aquí en adelante, aunque también hasta las sorpresas terminan por aburrir.
Pero, ¿qué hubiera pasado si el presidente electo nos hubiera advertido realmente lo que pensaban hacer –o simplemente hacer, porque hay muchas cosas que se ve que no han pensado– en sus primeros días de gobierno? ¿Qué mensajes y propuestas de campaña hubiera dicho AMLO anunciando lo que estamos viendo en este tiempo en el que todavía no concluye la transición? Aquí un ejercicio imaginario en retrospectiva.
EN MATERIA DE EMPLEO: Desde los primeros días estaremos corriendo gente. Por supuesto, será gente del gobierno. Son haraganes y los vamos a correr. A quienes se queden, les vamos a quitar el seguro de gastos médicos y las posibilidades de desarrollo. No solamente la vamos a emprender contra los altos mandos que ganan mucho dinero, sino también contra los de en medio, para que aprendan que ya basta de abusar. Además, ni trabajan. Así que, para abajo el sueldo de los burócratas, maldita clase consentida y privilegiada. Si se van no nos importa, contrataremos gente que no sepa nada; pero que aprenda y nos haga caso cuando nos presentemos a trabajar. Verán que no pasa nada.
También antes de tomar posesión, nos vamos a encargar de que las decenas de miles de obreros que trabajan en la farsa corrupta que es el aeropuerto de Texcoco, se queden sin trabajo. En un país como el nuestro es inmoral que haya miles de empleados. Eso se acabó, de patitas en la calle los fifís esos que van a Texcoco.
EN MATERIA DE CORRUPCIÓN: Vamos a acabar con ese monumento a la corrupción que es Texcoco, porque todos sabemos que ahí se esconde el corazón de las más grandes corruptelas. Para que eso no se repita nunca más, vamos a cancelar la obra y daremos otros contratos a los constructores que estén ahí. No se deben preocupar, pues les daremos más obras y no pasará nada. Tampoco vamos a investigar nada ni a castigar a nadie. Se quitan los empleos, se cierra el aeropuerto y se acaba la corrupción. No más aviones, no más trabajadores trabajando, no más corrupción. Ya basta.
EN MATERIA DE ECONOMÍA: Desde el principio, incluso antes, le pondremos en la madre a la economía de empresas, bancos y del país mismo porque pagaremos más, mucho más por el servicio de deuda. Se perderán miles de millones por todos lados. Para que vean que sí sabemos del tema y que no tiene mucha ciencia. Y eso sin hacer nada, con pura saliva asustaremos a los mercados y a los inversionistas. ¡Que se vayan a otros países con su dinero, aquí no los queremos!
EN MATERIA DE SEGURIDAD: Lo voy a decir muy claro: Calderón y Peña fueron muy timoratos, son niños de pecho. Yo sí voy a militarizar el país de arriba abajo. No habrá policía, puros soldados y marinos por todos lados. Bombazos, no balazos. Verde que te quiero verde, dice el poema, así que todos a cuadrarse y díganme “mi general”, como se le decía a Cárdenas. Los jóvenes irán a la escuela militar y trabajarán en las Fuerzas Armadas para que no anden en malos pasos, drogándose y oyendo música infernal. Me canso ganso.
Más o menos así hubiese sido la campaña, pero dijo completamente lo contrario.
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